El hermano del terrorista de Bruselas no irá a Río 2016
El hermano del terrorista de Bruselas no irá a Río 2016
Renzo Giner Vásquez

Mourad Laachraoui levanta el brazo el 19 de mayo tras escuchar el timbre que anuncia el final del tercer round. De inmediato se arrodilla y hunde su cabeza sobre el pecho. Es el nuevo campeón europeo de taekwondo en la categoría de menos de 54 kg. Su apellido, el mismo que el de uno de los terroristas que perpetraron los atentados de que causaron más de 30 muertes, se limpia un poco.

Dos meses atrás, el 24 de marzo, tuvo que encarar a la prensa internacional para explicar que no sabía nada de su hermano mayor Najim desde el 2013, cuando decidió viajar a Siria.

Najim, de 24 años, fue uno de los dos yihadistas que se hicieron estallar en el aeropuerto de la capital belga el 22 de marzo durante los atentados coordinados aquel aciago día.

Alto, delgado y con pasos ágiles gracias al deporte que practica desde los 10 años, Mourad es una de las grandes realidades del taekwondo belga. Su nariz alargada y cejas pobladas revelan su parecido con Najim y revelan su ascendencia árabe, heredada de Marruecos, país que no visita desde hace cinco años y al que, tras los ataques, no sabe cuándo volverá. 

Evita referirse a Najim por respeto a las familias de las víctimas, según dice. Y, tal como le confesó al diario español “El Confidencial”, prefiere recordarlo de otra manera. 

“Mi papá me inscribió en clases de taekwondo porque le gusta el espíritu de las artes marciales, pero también porque quería que me pudiera defender”, cuenta en un intercambio de correos en exclusiva para El Comercio. “Mis resultados hicieron que la federación se fijara en mí y me incluyera en el programa de alto rendimiento”. 

Tal apuesta fue un acierto. En los últimos tres años ha conseguido 6 medallas de oro, una de plata y 7 de bronce representando a su país en torneos internacionales. “Definitivamente, el rival más difícil fue [Jesús] Tortosa en la final del Campeonato Europeo de este año. Peleamos en la misma categoría desde hace tiempo, eso ha forjado una gran amistad”. 

Tras coronarse como el rey europeo, la prensa lo postuló como el candidato para los Juegos Olímpicos. Sin embargo, Mourad encontró un rival más complicado que Tortosa. 

“No participaré en Río 2016”. La federación belga escogió a Si Mohamed Ketbi para la competición. “Por supuesto que estoy un poco decepcionado. Pero Mohamed es mi amigo, hemos entrenado mucho, así que si regresa con una medalla sentiré que también es un poco mía”. 

Evitando entrar en más explicaciones, la federación belga anunció que Laachraoui no irá a los JJ.OO. por una razón de cupo. 

Sin embargo, eso no desanima al campeón europeo. Su mente está enfocada en algo más grande: limpiar su apellido, aquel que rechazó cambiar pese a recibir ofertas para hacerlo tras los atentados. 

“Voy a demostrar que tener el mismo apellido no significa tomar las mismas decisiones. Peleo por mi apellido, ese que llevarán mis hijos. Lo recordarán por mis resultados y no por eventos trágicos”. Una dura tarea. “Parece ingenuo pero creo firmemente que es posible”, nos reta. 

 

El Comercio


— Laachraoui, el alumno destacado que decidió convertirse en terrorista —

El ADN de Najim Laachraoui encontrado en uno de los departamentos utilizados por los yihadistas que perpetraron los ataques en París del 13 de noviembre del 2015 activó la primera orden de captura contra él. 

Luego de unos pocos días su imagen circulaba por Francia y Bélgica, ambos en estado de emergencia máxima, con la orden de dar aviso a las autoridades si era visto. 

Hasta ese momento era conocido como  Soufiane Kayal, identidad que adoptó tras su viaje a Siria en febrero del 2013, y con la que había ingresado cruzando las fronteras de Hungría y Austria un mes antes de los ataques.

Sin embargo, nada se supo de él hasta el 22 de marzo. Aquel día, una cámara de seguridad lo captó acompañado por los hermanos Khalid e Ibrahim el Bakraoui.

Minutos después de esa fotografía, Najim e Ibrahim activaron los explosivos de su cuerpo en el aeropuerto de Zaventem, en Bruselas. Khalid hizo lo mismo en la estación de metro de Maelbeek, ubicada a tres kilómetros del centro de la capital belga. 

Con el tiempo, las autoridades francesas y belgas determinaron que Laachraoui había sido el responsable de diseñar los cinturones explosivos que utilizaron los terroristas en los ataques perpetrados en París. 

Lo que aún sigue siendo una incógnita, incluso para su familia, es qué llevó a “un buen alumno, sin problemas de disciplina”, competidor usual en torneos de frisbee y que –según un compañero de escuela– planeaba estudiar Medicina, en el gestor del día más negro de Bélgica desde la Segunda Guerra Mundial. 

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