Akçakale. Las autoridades turcas reabrieron el lunes a mediodía sus fronteras a miles de refugiados sirios, que huían de los combates que enfrentan a fuerzas kurdas y a yihadistas del grupo Estado Islámico por el control de la ciudad de Tall Abyad, confirmó un periodista de la AFP.
Miles de personas esperaban el lunes pacientemente bajo el sol en el lado sirio de la frontera, a la espera de que las fuerzas de seguridad turcas dieran luz verde para abrir el puesto fronterizo de Akçakale (sur), precisó el fotógrafo.
Según las estimaciones, al menos 16.000 sirios atravesaron la frontera turca desde la semana pasada, empujados al éxodo por los enfrentamientos entre las Unidades de Protección del Pueblo (YPG) kurdas y el Estado Islámico.
Después de haberles prohibido durante varios días la entrada a su territorio, Turquía reabrió finalmente su frontera el domingo por la tarde a miles de refugiados.
"Si Turquía acepta una nueva ola de refugiados llegados de Tall Abyad, significa que debe prepararse para una afluencia de al menos 100.000 personas", alertó el lunes el viceprimer ministro, Numan Kurtulmus, en la cadena de televisión CNN-Türk.
"Creemos que por ahora no hay una crisis humanitaria en Tall Abyad equivalente a las que ya se han visto en Kobane o en otras regiones de Siria", añadió. "Vamos a proporcionar ayuda humanitaria a las personas del otro lado de la frontera y dejar pasar a los enfermos y heridos".
La semana pasada, Kurtulmus indicó que Turquía bloquearía la entrada de refugiados sirios en Akçakale "salvo en caso de tragedia humanitaria".
La batalla por el control de la ciudad siria kurda de Kobane, cerca de la frontera turca, provocó durante el pasado otoño el éxodo hacia Turquía de unos 200.000 refugiados, la mayoría de origen kurdo.
Turquía, que rompió relaciones con el régimen sirio del presidente Bashar al Asad, es el principal país de asilo para los refugiados que huyen de la guerra civil. Según las cifras oficiales, actualmente acoge a más de 1,8 millones de personas.
Fuente: AFP