(Foto: AP)
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El temor de que la violencia escale en el Medio Oriente tras la decisión del presidente de EE.UU., Donald Trump, sobre es muy real y va a depender mucho de cómo reaccione Israel ante las protestas.


Un error de contexto internacional, un acto que se ríe de todos los acuerdos en torno al Medio Oriente. Así cataloga Carlos Novoa que Trump haya decidido reconocer a Jerusalén como capital de Israel.

—¿Esta decisión de EE.UU. entierra el proceso de paz en el Medio Oriente?
Es un golpe devastador. Aunque en la práctica va a demorar mucho, es un guiño que le hace EE.UU. a Israel y un desprecio al derecho internacional. Pasa por encima del Vaticano, de la ONU y de la UE, que han tratado de mantener cordura y equilibrio en una zona volátil.

—Trump dice que se trata de un reconocimiento de la realidad.
En la práctica Israel controla de facto Jerusalén, es un reconocimiento tácito en todo el mundo. Pero poner en el papel cosas que no se deben poner en el papel es un acto francamente innecesario.

—Según Trump, puede ayudar al proceso de paz.
Cómo va a ayudar si el estatus de Jerusalén es uno de los tres temas sensibles que quedaron tras los Acuerdos de Oslo de 1993. Es una postura cínica que repite un patrón del actual Gobierno Estadounidense en lo que atañe al derecho internacional.

—¿Abdica o queda excluido Washington de su rol de mediador en este proceso?
No lo creo. Le guste o no, EE.UU. está llamado a seguir con este rol. A lo mejor Trump no lo entiende mucho, pero la política exterior sí. Esto va más allá de Trump. Estoy seguro de que el gobierno que venga en unos años, sea demócrata o republicano, tratará de equilibrar esto, no sé de qué manera.

—¿Qué pretende EE.UU. con esta medida?
Yo lo veo como la soberbia del imperio poderoso. Es cierto que también Bush fue soberbio cuando ordenó atacar Iraq y Afganistán, pero eso hasta se podía justificar en el contexto del terrorismo. Esta imposición no.

—¿Qué esperar de Jared Kushner, yerno de Trump llamado a mediar?
Él está complicado por las investigaciones sobre la trama rusa, en algún momento tendrá que dar un paso al costado, pero como miembro conspicuo del lobby judío ya mostró su poder.

—¿La posibilidad de una nueva intifada es real?
Las fuertes protestas pueden desencadenar la tercera intifada. Aquí es clave la respuesta del Gobierno Israelí, si sale a moler a palos los desórdenes puede haber intifada, si no es agresivo en la represión se podrá evitarla.

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