Kiev (AGENCIAS). El domingo se celebrarán las primeras elecciones presidenciales en Ucrania, desde que Viktor Yanukovich fue derrocado el pasado 22 de febrero. El multimillonario Petro Poroshenko y la ex premier Yulia Timoshenko se perfilan como los favoritos para asumir la presidencia del país, pero, ¿en qué condiciones recibirá Ucrania al nuevo gobierno?
CRISIS ECONÓMICA Y CORRUPCIÓN
Ucrania un rico país agrícola de 46 millones de habitantes está al borde de la quiebra. Según cifras del Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía nacional ha crecido en 0,05% desde 1992. El peor resultado comparado con cualquier país del este de Europa.
Como si fuera poco, el FMI prevee un futuro aún peor. La economía ucraniana caería un 5% este año, pese a la ayuda internacional de US$27 billones. En caso de que las regiones de Lugansk y Donetsk -ambas regiones poseen numerosos focos de extracción de carbón- concreten su separación del país, la caída podría ascender al 10%.
La corrupción en Ucrania, calificada por el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, como "el cáncer del país", registra un índice de tal gravedad, que varias autoridades regionales han admito tener muy poca información sobre como operan las compañías presentes en sus localidades y si cumplen en pagar impuestos o no.
RUSIA Y EL SUMINISTRO DE GAS
Ucrania mantiene una deuda que bordea los €16.600 millones con Rusia, debido a la importación de aproximadamente 30.000 millones de metros cúbicos anuales de hidrocarburo.
En caso de que Rusia quiera cortar el suministro del gas a Ucrania, la medida no solo afectaría al convulsionado país. Toda Europa se vería afectada por la decisión.
Vladimir Putín ya lo ha advertido en repetidas ocasiones: la región es vulnerable porque gran parte del gas que compra a Rusia fluye por Ucrania. Una tercera parte del gas que importa la Unión Europea (UE) es ruso.
Sin embargo, esa no es lo único que podría afectar a Ucrania. El 27% de las exportaciones del país tienen como destino a Rusia, un porcentaje sumamente importante al ser comparado con lo que vende a toda la UE, apenas un 29%.
UNA LATENTE GUERRA CIVIL
Desde la anexión de la península de Crimea a Rusia, hasta el último referéndum que separó a Donetsk y Lugansk de Ucrania, la situación en el país -teñida de sangre por las bajas producto de los enfrentamientos- parece apuntar a una inevitable guerra civil.
Autoridades del este ya anunciaron que no participarán en las próximas elecciones, debido a que ahora conforman una autodenominada "república independiente".