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Ananta Bijoy Das, de 33 años, fue atacado este martes por un grupo de enmascarados armados con machetes cuando iba a trabajar en la ciudad de Sylhet, en Bangladesh.
Es el tercer bloguero ateo asesinado a machetazos en el país desde principios de año.
Bangladesh es un país oficialmente laico, pero la mayor parte de sus 160 millones de habitantes son musulmanes.
Das escribía para "Mukto Mona" (Mente libre), una página web que propaga el racionalismo y se opone al fundamentalismo.
"Mukto Mona" fue fundada por el también bloguero Avijit Roy, asesinado a golpes de machete en febrero cuando volvía junto con su mujer de una feria del libro, en Dhaka.
Roy, nacido en Bangladesh y con nacionalidad estadounidense, había criticado la intolerancia religiosa.
Su mujer perdió un dedo en el mismo ataque.
En marzo, otro bloguero -Washiqur Rahman- fue asesinado en Dhaka.
"Los asesinatos tienen todos un patrón de ataque similar", explicó Sabier Mustafá, editor del servicio bengalí de la BBC.
Mustafá cree que los autores forman parte de una "red de inteligencia" y que los ataques no son arbitrarios, sino bien planeados.
Roy escribía contra el fundamentalismo religioso. (Foto: Reuters)
Los blogueros no eran muy conocidos, salvo en pequeños círculos, y Washiqur, por ejemplo, escribía con pseudónimo, lo que no evitó que lo encontraran.
Das podía considerarse un "activista contra la religión", que realizaba con frecuencia comentarios muy contrarios al Islam.
Sara Hossain, abogada y activista de derechos humanos en Dhaka, le dijo a la BBC que Das y Roy estaban en una lista de posibles objetivos de grupos extremistas.
"Siempre han sido abiertos defensores de la libertad de expresión y ambos habían escrito de forma muy explícita que no eran creyentes", afirmó Hossain.
La policía detuvo a un islamista por el asesinato de Roy y a dos estudiantes de una madrassa (escuela islámica) por la muerte de Washiqur.
Aunque Al Qaeda en el subcontinente indio se ha responsabilizado de la muerte de Roy, Mustafá cree que podría tratarse de una mera estrategia para ganar reputación.
Detrás de los ataques, en cualquier caso, habría "grupos islamistas muy radicales determinados a atacar a las personas que los retan en las redes sociales con el objetivo de acallarlos mediante la táctica del miedo", dice Mustafá.
El ataque contra Roy provocó grandes protestas de estudiantes y activistas, que acusaron a las autoridades de no proteger a los críticos del fanatismo religioso.
VISADO SUECO
La filial sueca de PEN -una asociación internacional que promueve la literatura y la libertad de expresión-, explicó que la embajada sueca en Dhaka rechazó dar un visado a Das al ser este invitado a acudar al país para hablar sobre la libertad de prensa, afirmó el especialista en Asuntos Sociales de la BBC, John McManus.
La viuda de Roy, Rafida Bonya Ahmed, perdió un dedo en el ataque de febrero. (Foto: Reuters)
La embajada rechazó la petición por sospechar que Das podría intentar quedarse en Europa, le dijo a McManus Henrik Enbohm, secretario internacional del PEN sueco.
La institución estaba en proceso de apelar la decisión cuando se produjo el asesinato.
La Unión Humanista y Ética Internacional (IHEU) explicó que Das se había puesto en contacto con la organización tras los asesinatos de Avijit y Washiqur.
"Aceptando la seria amenaza que corría su vida, le aconsejamos que intentase ponerse fuera de peligro", declaró la IHEU.
La institución emitió un comunicado en el que dice los asesinatos de blogueros suponen una "pérdida demoledora" para las comunidades humanistas y laicas en el sur de Asia y en todo el mundo.
Dos estudiantes de una escuela islámica fueron detenidos por la muerte de Washiqur. (Foto: AP)
IHEU condenó el asesinato de Das en los términos más duros, así como "el fracaso de las autoridades de Bangladesh para hacer justicia a estos individuos y romper con las redes que están detrás de esta sucesión de asesinatos".
"Sea por apatía, incompentencia o intimidación, la policía y el gobierno están fallando a los escritores, pensadores y activistas humanistas, laicos y seculares", declaró la IHEU.
El gobierno de Bangladesh no ha condenado públicamente ninguno de los tres asesinatos cometidos este año y, según Mustafá, se muestra "poco dispuesto" a atajar el problema.
"Tienen miedo de parecer demasiado cercanos a los ateos y que esto sea utilizado por grupos islamistas en su contra", dice.
