El Consejo de Seguridad de la ONU condenó firmemente el lunes el último ensayo de misil de Corea del Norte y aseguró que presionará a todos los países para que refuercen las sanciones contra Pyongyang.
En un comunicado unánime apoyado por China, aliado de Corea del Norte, el Consejo instruyó a su comité de sanciones a redoblar esfuerzos para implementar una serie de fuertes medidas adoptadas el año pasado.
El Consejo también acordó "tomar otras medidas significativas, incluyendo sanciones" para forzar a Corea del Norte a cambiar su "conducta altamente desestabilizadora".
El Consejo de Seguridad sostendrá el martes un encuentro de emergencia a puertas cerradas a solicitud de Japón, Corea del Sur y Estados Unidos, para discutir otras acciones en respuesta al último ensayo balístico de Pyongyang.
El comunicado, esbozado por Estados Unidos, es casi idéntico al adoptado la semana pasada tras el lanzamiento de un misil de medio alcance que según el régimen de Corea del Norte tenía la capacidad de portar una "pesada" cabeza nuclear.
El Consejo exigió a Corea del Norte que "no realice más ensayos nucleares ni de de misiles balísticos".
—Un lanzamiento "exitoso"—
Corea del Norte había confirmado el lunes el lanzamiento "exitoso" de un misil balístico de medio alcance, y agregó que el armamento está listo para ser utilizado.
El líder norcoreano, Kim Jong-Un, supervisó el lanzamiento, indicó la agencia oficial KCNA, que agregó que Kim "aprobó el despliegue de este sistema de armamento para la acción".
KCNA agregó que el misil es del tipo Pukguksong-2, que utiliza combustible sólido, lo que acorta considerablemente el tiempo de abastecimiento comparado con los misiles alimentados con combustible líquido.
"Ahora que los datos técnicos y tácticos cumplen con los requerimientos del Partido, este tipo de misil debería ser producido rápidamente en serie para armar a las fuerzas estratégicas" del ejército, dijo Kim, citado por la agencia estatal.
El misil, disparado desde la localidad norcoreana de Pukchang, recorrió unos 500 kilómetros antes de caer en el mar de Japón, según los ejércitos de Estados Unidos y Corea del Sur.
Es la segunda prueba de misil en una semana y la décima del año.
La prueba previa del 14 de mayo marcó, según los analistas, el lanzamiento de mayor alcance jamás probado por Corea del Norte.
—"Diálogo"—
Según los analistas, ese misil, el Hwasong-12, tendría un alcance sin precedentes de 4.500 kilómetros, lo que podría poner en peligro las bases estadounidenses de la isla de Guam, en el océano Pacífico.
Corea del norte podría utilizar el Hwasong como base para desarrollar un misil balístico intercontinental (ICBM) con potencia nuclear susceptible de alcanzar el territorio continental de Estados Unidos.
Es poco probable que el lanzamiento del Pukguksong-2 sea el último, advirtió Kim Dong-Yub, especialista en misiles del Instituto de Estudios del Lejano Oriente en la Universidad Kyungnam.
"Todo esto conducirá, a fin de cuentas, a la puesta a punto de un ICBM de combustible sólido", dijo.
Estos ensayos y la amenaza latente de una sexta prueba nuclear, han aumentado las tensiones con el gobierno de Donald Trump en Estados Unidos, quien ha prometido que esta aspiración de Pyongyang no se concretará.
En el cruce de declaraciones, Trump ha advertido que todas las opciones están sobre la mesa a la hora de abordar el programa norcoreano, aunque por ahora Washington se ha limitado a establecer sanciones y presión diplomática.
En estos esfuerzos, Estados Unidos se ha volcado hacia China, que es el aliado más cercano de Pyongyang, con la expectativa de que Pekín interceda o ejerza presión. Pekín apoyó el lunes el comunicado del Consejo de Seguridad de la ONU contra Corea del Norte.
Por su parte, el nuevo presidente surcoreano, Moon Jae-In, partidario de una postura más conciliadora respecto al norte que el anterior gobierno, reaccionó no obstante airadamente ante los dos últimos disparos.
El ministerio surcoreano de Relaciones Exteriores denunció un acto "irresponsable" que "enfría las esperanzas del nuevo gobierno y de la comunidad internacional" de asistir a la desnuclearización de Corea del Norte.
Pyongyang cuenta desde hace tiempo con artefactos capaces de alcanzar Japón y Corea del Sur.
Suele dirigir a sus vecinos del sur apocalípticas amenazas y algunos habitantes ya empiezan a dar signos de preocupación. "Cada vez que Corea del Norte dispara un misil, me pongo nervioso", afirmó Yoon Shing-Hong. "No sabemos cuándo podría estallar una guerra".
Fuente: AFP
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