Buenos Aires. Un tribunal argentino decidió este viernes que Julio de Vido, ministro de Planificación Federal durante los Gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández (2007-2015), detenido por causas de corrupción desde 2017, deje de estar en prisión convencional para pasar a domiciliaria.
Fuentes jurídicas citadas por la agencia estatal de noticias Télam dijeron que el Tribunal Oral Federal 7 (TOF 7) dispuso esta noche su libertad por la conocida como “causa de los cuadernos”, en la que se investiga una presunta trama de sobornos de empresarios de la obra pública a exfuncionarios kirchneristas, en la que está procesado.
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Pero aunque dejará el penal de la localidad bonaerense de Ezeiza, seguirá bajo prisión domiciliaria por estar acusado de presunto fraude multimillonario en un proyecto minero en la localidad sureña de Río Turbio que nunca se llevó a cabo.
El juzgado también ordenó la libertad del exsecretario de Coordinación de la misma cartera, Roberto Baratta, cuyo chofer, Oscar Centeno, fue el supuesto autor de unos cuadernos en los que escribió durante más de una década cómo transportaba bolsas repletas de dólares de manos de los empresarios a los miembros del Gobierno, entre ellos supuestamente el matrimonio Kirchner.
- Nuevas condiciones para las prisiones preventivas -
Las resoluciones salieron después de que la Cámara Federal de Casación Penal anulara otros fallos con los que el TOF 7 había rechazado las excarcelaciones de los dos exfuncionarios y le ordenara emitir una nueva acogiéndose a la normativa para la aplicación de la prisiones preventivas.
A mediados de noviembre, la Comisión para la implementación del nuevo Código Procesal Penal (CPP) anunció que la Justicia comenzaría a aplicar nuevas pautas para “regular las restricciones a la libertad” durante procesos judiciales.
Ese nuevo CPP, presentado por el Gobierno del anterior presidente, Mauricio Macri (2015-2019) en febrero pasado, establece condiciones concretas en las que un acusado puede ser sometido a prisión preventiva: esta se producirá en caso de que exista peligro de fuga o de entorpecimiento de la investigación de la causa.
- Huelga de hambre -
Este jueves, el exministro, de quien durante doce años dependió toda la política de obras públicas y de energía -entre otras competencias- y que quedó arrestado desde finales de 2017, hizo público que iniciaba una huelga de hambre en prisión como medida de “protesta” por la “violación” de sus derechos constitucionales.
En una carta publicada en Twitter, el político, de casi 70 años, señaló que se iba a negar, “en principio”, a recibir los alimentos suministrados por los funcionarios de prisiones, debido a la “feroz y despiadada persecución” que ha sufrido “por parte de los tres poderes del Estado”.
Cuando fue encarcelado, De Vido se desempeñaba como diputado, pero la Cámara Baja le despojó de sus fueros a petición de la Justicia, tanto por la causa de Río Turbio como por el supuesto pago de sobreprecios en la compra de gas licuado durante su tiempo de ministro, aunque en este caso se dictó más adelante la falta de mérito.
Un año después, en octubre de 2018, fue condenado a cinco años y ocho meses de prisión por fraude al Estado en relación a la llamada “tragedia de Once”, que dejó 51 muertos en 2012 tras el choque de tren ocurrido hace siete años en Buenos Aires, pero esa sentencia todavía no es firme.
Mientras, la “causa de los cuadernos” es considerada el mayor caso de corrupción del país y mantiene procesados a multitud de poderosos empresarios y ex funcionarios del Gobierno.
También a la propia Cristina Fernández, que el pasado martes asumió como vicepresidenta del país hasta 2023 y reitera desde hace tiempo que es víctima de una persecución judicial impulsada por Macri, presidente hasta el martes pasado.
- Detenidos de manera “arbitraria” -
El nuevo presidente, Alberto Fernández, correligionario de Cristina, afirmó recientemente que “la mayoría” de los exfuncionarios kichneristas que se encuentran presos de manera preventiva están detenidos de manera “arbitraria”.
“No tengo ninguna duda que están mal detenidos en la mayoría de los casos”, aseveró el sucesor de Macri.
A finales de noviembre, centenares de personas se manifestaran frente a los tribunales de Buenos Aires para exigir la libertad de varios políticos kirchneristas, que fueron considerados por los concentrados como “presos políticos”.
Con todo, para Fernández no se tratarían de presos políticos, sino que la denominación adecuada sería “detenidos arbitrarios”.
“Tengo una diferencia conceptual sobre lo que es un preso político: un preso político es en todo el mundo un preso sin proceso (...). En Argentina lo que hay son detenidos arbitrarios, que es otra cosa”, indicó.
Fuente: EFE