La base nuclear secreta que ahora es destino turístico en China - 1
La base nuclear secreta que ahora es destino turístico en China - 1
Redacción EC

En su tiempo, se trató de una de las instalaciones militares más importantes de , destinada a la fabricación de plutonio, componente principal en la creación de una bomba atómica. Por lo mismo, la historia de esta impresionante base refleja los turbulentos caminos de la Guerra Fría. Sin embargo, sus puertas no albergan dispositivos para el Juicio Final ni nada que se le asemeje: ahora es una de las mayores atracciones turísticas del gigante asiático. Esta es la base nuclear 816.

La instalación 816 se ubica bajo las Montañas Verdes, al suroeste de China, específicamente en el municipio de Choongqing.

La historia de la base 816 es tan impresionante como sus propias instalaciones. El gobierno chino, en plena Guerra Fría, ordenó la edificación de estas instalaciones subterráneas el año 1967, tres años después de que el país lograra probar con éxito su primera bomba atómica. La construcción de 816 significó dar un salto importante en el programa nuclear del gigante asiático para alcanzar a las superpotencias de la época: EE.UU. y la URSS. 

En la construcción de esta base participaron 60 mil soldados, los que trabajaron día y noche bajo condiciones extremas para tener lista esta gigantesca estructura. Las obras duraron diecisiete años. 

Las dimensiones de la base militar (reconvertida en atracción turística) 816 son colosales. La instalación ocupa un área de 10 mil metros cuadrados, el equivalente a catorce canchas de fútbol y posee un volumen que equivale a 600 piscinas olímpicas (algo así como 1.5 millones de metros cúbicos). 

Sus enormes dimensiones son, sin duda su principal atractivo. Los visitantes, al verse rodeados de los altos muros de concreto y la oscuridad de la zona, de inmediato se ven transportados a la época de la Guerra Fría. "Es muy impresionante y misterioso", comentó Pan Ya, una turista que vive en una ciudad vecina a Chongqing y que aprovechó de pasar a la base 816 durante una visita a sus padres. 

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Además de la colosal dimensión, la base 816 también cuenta con una extensa red de túneles -la más larga del mundo- con corredores que se extienden por más de 20 kilómetros. 

"Mis padres habían escuchado sobre este lugar durante mucho tiempo pero nunca pudieron venir", explicó Pan Ya. Y es que al ser la instalación militar destinada a la fabricación del arsenal militar de China, su ubicación se mantuvo en estricto secreto hasta que 816 dejó de cumplir esa función. 

El estado chino gastó 80 billones de yuanes (unos doce billones de dólares) en la construcción de la base militar 816. Sin embargo, la inversión fue completamente inútil: al momento de terminar las instalaciones, ningún material nuclear había pasado por sus paredes ya que la situación política en la superficie cambió de manera drástica, aún cuando en la profundidad de las montañas en Chongqing, los soldados continuaban con su misión.

Para el año 1979, China ya había establecido relaciones diplomáticas con Estados Unidos. Asimismo, la siempre tensa relación con la Unión Soviética se había relajado. Esto significó que, el año 1984 y con su construcción casi completa, el gobierno central chino decidiera abandonarlo al juzgarse que en la coyuntura del país en ese entonces, estas instalaciones militares no tenían sentido alguno. 

La existencia de la base 816 recién fue conocida el año 2002 cuando se desclasificó su ubicación. Sin embargo, su apertura a los turistas internos se realizó el año 2010. Tendrían que pasar seis años más para que visitantes extranjeros se pudiesen maravillar con las impresionantes instalaciones de la base 816. Desde su apertura a las visitas locales, más de 300 mil personas han pasado por sus instalaciones. Por el contrario, a fines de 2016 se supo que menos de un centenar de turistas de otros países habían estado en esta antigua base militar.  

Hasta la fecha, solo el 10 por ciento de los corredores, grandes salones y áreas de control están abiertas al público. No obstante, los visitantes pueden observar un show de luces proyectado a uno de los impresionantes muros de la base militar. De la misma forma, la antigua instalación alberga exhibiciones que incluyen un modelo de la primera bomba atómica fabricada por China

El encargado del sitio, Zheng Zhihoing, explicó a la agencia AFP que con la apertura de la antigua base militar a turistas de todas partes "no buscamos promover a las armas nucleares".

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De hecho, el deseo del encargado de administrar esta antigua base destinada a la fabricación de armamento nuclear se encuentra en las antípodas del destino original de la instalación 816. "Espero que un día todos quienes tienen armas atómicas digan ´paremos, contemos hasta tres y destruyamos nuestros arsenales´". 

La historia de la base 816 también se relaciona con los sesenta mil soldados que participaron en su construcción. Los sobrevivientes de esta monumental obra sienten que el hecho de haber transformado la instalación militar en una atracción turística les brinda, en parte, algo de confort luego de haber vivido condiciones extremas durante los años en que se edificó este proyecto. 

Uno de los soldados que participó en la obras, Chen Huaiwei (de 70 años), compartió a la agencia AFP parte de sus recuerdos de esa época. "Un compañero detonaba los explosivos. Luego, cavábamos en la roca con una máquina. Todo podría haber colapsado en cualquier minuto", relató. 

El ex soldado también aseguró que "policías armados vigilaban mientras trabajábamos en las obras. Todo era un alto secreto y la entrada estaba prohibida. En esa época, la gente común de la zona solo sabía que había un proyecto ahí, pero no sabían qué era lo que se estaba construyendo" y agregó que "muchos tuvieron problemas a los pulmones producto de respirar el polvo y eso, sin tomar en cuenta las emanaciones tóxicas por los explosivos que utilizamos, el humo de las máquinas y el aire viciado". 

Los registros oficiales dicen que 76 personas murieron en el proceso, pero tanto los guías turísticos como los soldados que sobrevivieron a los trabajos creen que el número de fallecidos es muy bajo, en especial por la cantidad de años y efectivos que participaron en el proyecto. 

Li Gaoyun, un ex soldado que estuvo en la edificación de 816, aseguró que quienes participaron en las obras de la base militar no recibieron beneficio alguno, a pesar del enorme sacrificio que hicieron por su país. "Muchos ex trabajadores no tienen pensión ni seguridad social. No les alcanza con lo que tienen para vivir", reveló, enfatizando que "nos deben eso. Les dimos nuestra sangre, nuestro sudor. Y nuestra juventud". 

Fuente: Emol de Chile / GDA

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