Seis hombres con VIH, autodenominados “equipo de sida de demolición”, fueron contratados por un empresario de construcción chino con el fin de amedrentar y expulsar a personas que habitan un edificio que desea demoler.
Para torturar a los residentes, dicho grupo lanzaba bolitas de acero (conocidas como tirachinas) o petardos a las ventanas de los departamentos, afirmó la agencia Xinhua.
“Los matones fueron contratados por la Yi'an Real Estate Company, una agencia inmobiliaria, para lograr demoler rápidamente el conjunto habitacional", declaró Li Gejun, jefe adjunto de propaganda del distrito de Wolon en la ciudad de Nanyang que se sitúa en la provincia de Henan, donde se produjeron los hechos.
Cuatro funcionarios han sido amonestados y cinco sospechosos, detenidos.
La noticia también levantó el prejuicio demoledor contra los que portan el virus. La semana pasada el ministro de Salud tuvo que salir a los medios de comunicación para comprometerse que un niño de ocho años con VIH no sería expulsado de su pueblo, petición de los habitantes del lugar.
Fuente: Agencias