La caída en desgracia del multimillonario fundador de la inmobiliaria china Evergrande que está en riesgo de colapsar

Evergrande confiimó el jueves que Hui Ka Yan está sujeto a “medidas obligatorias” por sospecha de delitos.

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La empresa no reveló dónde está Xu, de 64 años, ni cuáles son los delitos que se le atribuyen.

En tanto, la cadena CNN explicó que según el sistema legal chino, las medidas “obligatorias” pueden incluir la detención domiciliaria y el arresto formal.

Un día, antes, el miércoles, Bloomberg informó en exclusiva que Hui Ka Yan estaba bajo “vigilancia residencial”.

Xu fundó Evergrande en 1996. Su arresto domiciliario se suma a la incertidumbre sobre el futuro del gigante inmobiliario, que espera finalizar con éxito un enorme plan de reestructuración de deuda supervisado por el gobierno de China en las próximas semanas para evitar el colapso.

La cuantiosa deuda de Evergrande fue calculada a finales de junio en 328.000 millones de dólares. Su situación ha contribuido al agravamiento de la crisis inmobiliaria en China, generando temores de un contagio en el ámbito global.

A finales del 2022 Evergrande tenía

más de 100.000 empleados y casi 800 proyectos inmobiliarios sin terminar. En ellos se había planificado construir unos 700.000 departamentos en más de 200 ciudades de China.

Estas son las claves sobre el multimillonario Hui Ka Yan y la crisis de Evergrande:

Hui Ka Yan, también conocido como Xu Jiayin, nació en un pueblo de la provincia de Henan el 9 de octubre de 1958.

Fue hijo de un leñador. Perdió a su madre cuando tenía ocho meses y fue criado por su padre y su abuela, que vendía vinagre casero.

En 1982 se graduó de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Wuhan en Artes y Ciencia.

Trabajó como técnico en una fábrica de acero durante una década, hasta que en 1996 fundó la empresa Evergrande en la ciudad de Cantón. La compañía se dedicaba a la construcción masiva de viviendas.

De acuerdo con BBC Mundo, en un discurso en el 2017 Hui contó que durante su infancia se alimentó principalmente de boniato (camote) y pan.

“En aquella época, mi mayor deseo era salir del campo, encontrar un trabajo y poder comer mejor”, dijo.

En ese mismo 2017, Hui se convirtio en la persona más rica de China, con una fortuna de estimada 42.500 millones de dólares, según la revista Forbes.

Pero luego vino el declive y año a año Hui fue bajando puestos entre los más ricos de China. Tanto que en el 2021 estaba el lugar 44 de la lista, y al año siguiente ya no apareció.

Como lo recuerda la agencia EFE, en sus años de mayor apogeo Hui llegó a ser el primer millonario de China que abrazó la labor filantrópica, con una inédita donación de 68 millones de dólares en el 2013. También hacía alarde de su riqueza.

En cuanto a sus conexiones políticas, Hui fue miembro del Partido Comunista de China durante más de 30 años. Llegó a formar parte de la Conferencia Consultiva del Pueblo Chino, un grupo de élite compuesto por funcionarios gubernamentales y los representantes más importantes del mundo empresarial.

“Sin la reforma y la apertura del país, Evergrande no sería lo que es hoy”, dijo el empresario hace unos años en un discurso recogido por la agencia AFP.

“Todo lo de Evergrande viene dado por el Partido, el Estado y la sociedad”, agregó.

Hui está casado y tiene dos hijos.

Evergrande fue fundada en 1996 por Hui Ka Yan, quien hasta entonces era empleado de una fábrica de acero.

En el 2009, Evergrande entra en la bolsa de Hong Kong y un año después se hace con el club de fútbol Guangzhou, rebautizado como Guangzhou Evergrande. El grupo gasta millones contratando estrellas extranjeras y gana nueve de diez títulos de la Superliga china, tal como lo explica la agencia AFP.

Entre el 2009 y el 2010, la compañía también incursiona en el negocio de los lácteos, los cereales y el aceite. Además, intenta producir carros eléctricos, iniciando así una espiral de fuerte endeudamiento.

En el 2017, Hui se convierte en el hombre más rico de China y toda Asia con una fortuna valorada en 42.500 millones de dólares.

Un año después, el banco central de China incluye a Evergrande en su lista de empresas altamente endeudadas que deben ser vigiladas, y advierte que un potencial colapso podría conllevar riesgos sistémicos.

En agosto del 2020, los reguladores chinos anuncian nuevas limitaciones para tres ratios de endeudamiento, las “tres líneas rojas”, con el propósito de reducir el apalancamiento del sector inmobiliario. Se buscaba limitar el acceso a financiación a aquellas promotoras que acumulasen un pasivo excesivo, superasen ciertos niveles de apalancamiento o no dispusieran de liquidez suficiente para hacer frente a las deudas a corto plazo, como era el caso de Evergrande.

Ese mismo mes, Evergrande vende un 28% de su unidad de gestión de propiedades por 3.000 millones de dólares y empieza a desprenderse de propiedades con importantes descuentos.

En el 2021 saltan todas las alarmas, cuando Evergrande deja de pagar su deuda extraterritorial (‘offshore’) en un momento en el que arrastraba un pasivo superior a los 300.000 millones de dólares, dando pie a cientos de litigios y a una coyuntura de gran incertidumbre en el sector por las implicaciones de una posible quiebra, explica la agencia EFE.

La agencia española detalla que como muchas otras promotoras chinas, desde el ‘boom’ inmobiliario de finales de los años 90 Evergrande dependía en buena medida de altos niveles de apalancamiento (usar deuda para financiar operaciones) y de ventas sobre planos para seguir sacando adelante sus promociones: algunos analistas estimaron que la firma tenía 1,4 millones de viviendas vendidas antes de su construcción cuando estalló la crisis, equivalente a más de 200.000 millones de dólares.

Entonces, Evergrande pasó a ser un símbolo de la profunda crisis inmobiliaria que amenaza a la economía china.

Los analistas sostienen que el peso del sector inmobiliario más factores indirectos es del 30% del PBI del país. En este momento el sector está frenado, algo que procupa tanto a las promotoras como a los ciudadanos chinos que se refugian en la vivienda para darle fortaleza a sus inversiones.

Según cifras oficiales publicadas por EFE, la ventas comerciales medidas por área de suelo descendieron un 5,3 % en el primer semestre tras desplomarse un 24,3 % en el 2022.

Para salir a flote, Evergrande presentó en marzo una propuesta para reestructurar casi 20.000 millones de dólares de deuda ‘offshore’ impagada, pero ha aplazado en varias ocasiones las votaciones en las que sus acreedores decidirán al respecto, aduciendo una evolución de las ventas peor de lo esperado y la consiguiente necesidad de una “reevaluación” del plan, indicó EFE.

La expectativa de Evergrande era tener el apoyo de sus acreedores antes del 1 de octubre y finalizar con el proceso hacia mediados de diciembre, pero por el momento solo ha logrado algo más del 30 % de los votos para un importante segmento de deuda (“clase C”) valorado en unos 13.000 millones de dólares, aunque sí tiene ya la luz verde para otros dos tipos, siguió EFE.

Hace unos días Evergrande divulgó pérdidas superiores a 85.000 millones de dólares desde el 2021. También reactivó la cotización de sus acciones en Hong Kong, tras año y medio de estar suspendidas, pero estas han caído un 8,6 % en el último mes.

En su mejor momento, en el 2027 las acciones de Evergrande llegaron a costar 31,55 dólares, hoy están en 0,35 dólares.