Las fuerzas de seguridad de Afganistán de desplazan por una carretera luego de que los talibanes lanzaran ataques coordinados para capturar la ciudad de Kunduz. (EFE).
Las fuerzas de seguridad de Afganistán de desplazan por una carretera luego de que los talibanes lanzaran ataques coordinados para capturar la ciudad de Kunduz. (EFE).
Redacción EC

Kabul. Los lanzaron un nuevo ataque a gran escala en una de las principales ciudades de , Kunduz, con un ataque suicida y la infiltración de cientos de insurgentes que han causado al menos 80 muertos y 70 heridos.

La embestida de los talibanes, que todavía continúa, se inició sobre las 1:30 horas del sábado (21:00 del viernes GMT) cuando los insurgentes aprovecharon la oscuridad para entrar en Kunduz y tomar varios puestos y viviendas de civiles como frentes para atacar a las fuerzas progubernamentales.




Le siguieron horas de enfrentamientos y ataques aéreos en distintas zonas de la ciudad, mientras en Doha una delegación de EE.UU. y los talibanes intentan concretar un acuerdo de paz.

De acuerdo con las autoridades, cientos de insurgentes participaron en el asalto y al menos dos vecindarios en el norte y el noreste de Kunduz fueron tomados por los talibanes como escondites.

Uno de los hospitales de la ciudad fue ocupado por los insurgentes y los pacientes tomados como rehenes durante varias horas.

El portavoz del Ministerio afgano de Interior, Nasrat Rahimi, aseguró al final de la tarde que los insurgente "fueron capturados y varios talibanes abatidos en las instalaciones del hospital. Los pacientes y los trabajadores del centro no sufrieron daños".

Entre los muertos hay al menos 56 combatientes talibanes abatidos por las fuerzas de seguridad afganas en contraataques y ataques aéreos en la ciudad, dijo Rahimi.

Las fuerzas de seguridad de Afganistán montan guardia en la provincia de Kunduz. (AP).
Las fuerzas de seguridad de Afganistán montan guardia en la provincia de Kunduz. (AP).

La Dirección Nacional de Seguridad (NDS) aseguró que entre las víctimas se encuentran 26 miembros de la Unidad Roja de los talibanes, una especie de fuerzas especiales del grupo insurgente equipadas con armas modernas.

El comandante talibán en la sombra para Kunduz, el Mulah Wali, murió tiroteado por la unidad de francotiradores de las fuerzas especiales durante los enfrentamientos, indicó la NDS.

En un balance de víctimas, el Ministerio afgano de Defensa informó de que cinco civiles y nueve miembros de las fuerzas de seguridad perecieron también durante el ataque talibán.

Varios funcionarios provinciales consultados por Efe indicaron que al menos 70 personas, en su mayoría civiles, resultaron heridas en los enfrentamientos, aunque las autoridades no han ofrecido un balance oficial.

Al final de la tarde, cuando las autoridades habían asegurado que el centro de la ciudad había sido despejado -si bien continúa en las afueras-, otro ataque talibán, esta vez cometido por un suicida, mató a diez personas e hirió a otras más, incluido el jefe de la Policía provincial.

Reuters.
Reuters.

El incidente ocurrió sobre las 18:00 hora local (13:30 GMT) cuando el jefe de la Policía de Kunduz, Manzour Stanekzai, estaba hablando con un grupo de reporteros sobre la situación de seguridad en la parte central de la ciudad, dijo a Efe la portavoz del Ministerio de Interior, Marwa Amini, sin precisar la identidad de las víctimas.

Un funcionario de la oficina del gobernador de Kunduz aseguró a Efe que entre los heridos se encuentra el jefe de la Policía de Kunduz, que está recibiendo atención médica.

En una declaración, el portavoz talibán Zabihullah Mujahid afirmó que sus combatientes capturaron al menos 37 puestos de control, incluida una comisaria en las afueras de Kunduz.

Según el portavoz, "45 policías y soldados del enemigo murieron o fueron heridos en las operaciones" y otros 15 miembros de las fuerzas de seguridad fueron capturadas con vida.

La ciudad ha estado paralizada con comercios y oficinas cerradas desde el inicio de los enfrentamientos.

La mayoría de sus servicios públicos, incluidos los de electricidad y telecomunicaciones, se suspendieron y los residentes en las afueras de la ciudad están tratando de trasladarse a lugares seguros.

El ministro de Defensa afgano, Asadullah Khalid, el ministro del Interior, Masoud Andarabi, y el comandante de la coalición internacional en Afganistán, el teniente general Austin Scott Miller, llegaron a la provincia de Kunduz tras el ataque, informó el Ministerio de Interior en un comunicado.

Este tercer ataque para controlar la ciudad coincide con el desarrollo de la novena ronda de negociaciones entre la delegación de EE.UU. y los talibanes en Doha, en la que intentarán concretar un acuerdo en el que la retirada de la fuerzas internacionales es parte clave del pacto.

"Hoy planteé el ataque de Kunduz en conversaciones, le he dicho a los talibanes que este tipo de violencia debe detenerse", publicó en Twitter el representante especial estadounidense para los esfuerzos de Paz, Zalmay Khalilzad.

En un comunicado, el portavoz del palacio presidencial, Sediq Sediqqi, consideró que los talibanes "desafortunadamente no están interesados en la paz y su ataque es completamente contradictorio con lo que dicen en la negociación de Doha", además de una muestra de "la clara hostilidad del grupo hacia los civiles".

Fuente: EFE

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