Nueva York. Una estadounidense de 17 años es el rostro de la última denuncia sobre el trato de China a la minoría musulmana uigur, después que se haya viralizado un “falso tutorial de maquillaje” que subió a la red social TikTok en el que parecía que iba a rizarse las pestañas pero en su lugar condenaba a Beijing.
La joven de Nueva Jersey, llamada Feroza Aziz, declaró que la popular aplicación china le había suspendido la cuenta por denunciar los campos de internamiento en la provincia de Xinjiang y trasladó sus videos a Twitter, donde se define como “una musulmana intentando concienciar”, logrando millones de visualizaciones.
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“Lo primero es rizar tus pestañas y después usar el móvil para buscar qué está pasando en China, cómo lanzan a los musulmanes a campos de concentración, separando familias, secuestrando, violando, matando; forzándoles a comer cerdo, a beber, a convertirse (...), esto es otro holocausto”, dice Aziz sin elevar el tono.
TikTok comunicó a los medios que la cuenta de la joven fue suspendida el día después porque anteriormente había subido un vídeo sobre el cerebro de los atentados del 11-S, Osama Bin Laden, y este miércoles, después de que se propagara la polémica, ella anunció que se le ha restablecido el acceso pero el asunto es “muy sospechoso”.
Horas antes, había tuiteado que la suspensión “prueba que China está usando TikTok para que evitar que la verdad sea libre”, citando al presidente Donald Trump para pedirle “hablar” del tema.
Las alegaciones de la adolescente llegaron tras la publicación de una investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) sobre cómo Beijing gestiona los campos de reclusión en Xinjiang, donde residen minorías musulmanas, y sobre la vigilancia a la población.
El Consorcio afirma que su trabajo ofrece detalles sobre “el internamiento masivo más grande de una minoría étnica religiosa” desde la II Guerra Mundial; según asociaciones defensoras de derechos humanos, la cifra de retenidos en esos campos podría superar el millón de personas.
Más allá de las denuncias, la posible censura de la cuenta en TikTok ha reavivado también el debate sobre cómo esta red social popular entre la generación Z, y que cuenta con unos 500 millones de usuarios, gestiona los contenidos y si comparte los datos con las autoridades chinas.
Los legisladores estadounidenses han expresado su preocupación por la influencia de TikTok en el país en los últimos meses y a principios de noviembre, el Gobierno abrió una “investigación de seguridad nacional” sobre la propietaria china de TikTok, ByteDance, y su compra de Musical·ly, que acabó fusionando con la aplicación.
Fuente: EFE