¿Qué le falta a Donald Trump para ganar nominación republicana?
¿Qué le falta a Donald Trump para ganar nominación republicana?
José Miguel Vivanco

Las victorias obtenidas por se han convertido en un dolor de cabeza para el ala moderada el Partido Republicano. Nadie imaginó que su discurso agresivo e irrespetuoso contra el establishment de Washington le depararía un apretado segundo lugar en las primarias de Iowa, para luego salir exitoso en Nuevo Hampshire y Carolina del Sur. 

Si este martes cosecha un triunfo en Nevada, sus posibilidades de consolidarse con la nominación a la Presidencia serían grandes. Pero todavía falta un largo camino por recorrer.

En el hipotético caso que el magnate inmobiliario obtenga resultados mixtos el Súper Martes (1 de marzo) en las primarias republicanas de Alabama, Arkansas, Colorado, Georgia, Oklahoma, Tennessee, Texas, Virginia, Massachusetts, Minnesota y Vermont, su nominación siempre dependerá de los votos que emitan en julio los delegados y súper delegados durante la Convención del Partido Republicano en Cleveland (Ohio).

Para las elecciones presidenciales de este año el Partido Republicano aprobó la asistencia de un total de 2.472 delegados y para ganar la nominación presidencial el número mágico será 1.236.

Sin embargo, 168 súper delegados tendrán derecho al voto el mismo día de la nominación, con lo cual podría cambiar la suerte de un candidato.

Este confuso sistema tiene como objetivo el establecer una salida democrática ante unas primarias ajustadas, siendo los delegados y súper delegados los llamados a decidir por la gran mayoría. El cambio de votos a última hora no es usual, pero sí es permitido en la convención.     

Esa es la razón por la cual Donald Trump necesita ganar de manera categoría el Súper Martes, con lo cual evitaría amargas sorpresas. La desesperación de sus rivales más cercanos, los senadores Marco Rubio y Ted Cruz, es más que evidente, pues es la única oportunidad para recortar distancia y potencializar sus expectativas presidenciales antes de la convención.

Hasta hoy Donald Trump tiene 67 delegados acumulados, Ted Cruz 11 y Marco Rubio 10. Todos se encuentran aún muy lejos de alcanzar los 1.236 requeridos. 

No se puede soslayar el malestar contra Donald Trump al interior del Partido Republicano es evidente. Líderes de la talla de Dick Cheney, Mitt Romney, Paul Ryan y Mitch McConnell no han dudado en cuestionar su discurso divisionista, que pone en peligro las esperanzas republicanas de recuperar la Casa Blanca. El propio presidente del  Comité Nacional Republicano, Reince Priebus, ha desaprobado el estilo de hacer política del millonario neoyorquino.  

El retiro de Jeb Bush de las primarias republicanas ha terminado por complicar el panorama político republicano.

Es casi imposible que John Kasich o Ben Carson le quiten votos a Trump, con lo cual se avizora una contradicción mayúscula. Trump, Rubio y Cruz, quienes son contrarios a una reforma migratoria y han tenido posiciones políticas muy duras contra los inmigrantes, tendrán que encontrar la manera de ganar el voto hispano con tal de acumular más delegados para la convención.

Nada está dicho por el momento y como suele decirse en el béisbol o el futbol, nadie gana hasta que el juego termina.

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