J.D. nació en Dubái, tiene 40 años y trabaja con una aplicación para movilizar gente por los sitios más turísticos de Las Vegas desde hace un par de años. Luego de ser parte del personal de dos de los más famosos hoteles de la ciudad, se quedó en la calle por reducción. Y aunque trabajar con su auto le daba flexibilidad en los horarios y un ingreso seguro, este lunes postulará a una de las cientos de nuevas plazas para efectivos de seguridad que se están abriendo en diversos hoteles, casinos y otro tipo de establecimientos en la ciudad. Según él mismo reconoce, “por 15 dólares por hora vale la pena intentarlo”.
A poco más de una semana de la mayor masacre a tiros de Estados Unidos –que dejó 58 muertos y más de 500 heridos–, las cosas parecen no haber cambiado mucho en el Strip, la zona donde se concentran los más famosos hoteles y casinos de la ciudad.
Las zonas de juego están repletas hasta muy avanzada la madrugada; los grupos de gente siguen celebrando cumpleaños o despedidas de solteros mientras saltan entre discotecas; los espectáculos continúan sin alterar sus frecuencias ni horarios; y no es raro toparse con grandes y lujosas limusinas o parejas de novios yendo de un lado a otro. Sin embargo, aunque no es tan evidente para el turista, Las Vegas ya no volverá a ser la misma.
— Extrema seguridad–
El martes de esta semana, “One”, el espectáculo del Circo del Sol en homenaje a Michael Jackson y que es el más representativo del Mandalay Bay –el hotel desde donde Stephen Paddock perpetró la matanza–, recibió a centenares de asistentes en sus dos horarios con una pequeña modificación: todos debían atravesar –tomando con las manos sus pertenencias y levantando los brazos sobre las cabezas– detectores de metales ubicados en la entrada del teatro. Y, claro, permitir la revisión exhaustiva de cualquier mochila, bolso o maletín que llevaran los asistentes.
Esta situación inédita también la puso en práctica el hotel Planet Hollywood, y se espera que el resto de hoteles se vaya habituando de manera gradual a este tipo de revisiones.
La seguridad de los hoteles, que antes se concentraba en las áreas de casino, empieza a notarse en otras zonas que antes no eran consideradas sensibles, como patios de comida o centros comerciales. Además, se hace común toparse con miembros de la brigada canina K-9 dándose vueltas por cualquier lugar.
Jorge es mexicano, pero vive en Las Vegas desde los años noventa. Maneja uno de los casi mil taxis que operan en la ciudad. A su parecer, en la ciudad no hay la cantidad de gente que debería haber en esta época del año. “Esto ha cambiado todo. La gente ahora está preocupada. Hay temor por saber cuándo nos cruzaremos con el siguiente loco que quiera ‘romper’ el récord de Paddock”, señala preocupado.
Los gigantescos avisos luminosos a lo largo del Strip muestran el hashtag #VegasStrong (Las Vegas fuerte). Los habitantes de la Ciudad del Pecado esperan que algo de esa luz los ayude a recuperar la esperanza perdida.