Francfort. Nuevamente se está hablando sobre la posibilidad de que Grecia abandone el euro.
Y la pregunta sobre si Europa puede manejar otra crisis en Grecia está intensificando la incertidumbre financiera para la divisa del bloque europeo justo cuando está batallando para crecer y crear empleos.
Algunos analistas y políticos dicen que una segunda crisis en Grecia no sería tan grave para la eurozona como la crisis original de ese país y el incumplimiento de pagos en el 2010-2012. Aseguran que el bloque monetario tiene nuevas salvaguardas. La mayoría de los inversionistas parecen estar de acuerdo por ahora.
Otros argumentan que esta es una complacencia peligrosa.
Estos dicen que las defensas adoptadas recientemente por los miembros de la eurozona contra turbulencias financieras no son tan fuertes como piensan algunos. Eso significa que los problemas de Grecia podrían extenderse a otras naciones, razón por la cual las secuelas potenciales de un incumplimiento de pagos de deuda de Grecia, o incluso su salida del uso del euro, no deberían minimizarse. Las dificultades de la zona del euro son noticias importantes para la economía global, ya que se trata de uno de los principales socios comerciales de Estados Unidos, Europa del este y Asia.
Las conjeturas sobre una salida de Grecia se intensificaron el lunes después de que la revista Der Spiegel reportó que Alemania, principal potencia de la zona de la eurozona, estaba deseando permitir que Grecia se retire del bloque si esa nación en problemas decide retractarse sobre los términos de los préstamos para su rescate financiero.
El partido político griego Syriza, de tendencia izquierdista, está encabezando las encuestas previas a las elecciones adelantadas agendadas para el 25 de enero. El partido ha propuesto romper el acuerdo bajo el cual Grecia recibió préstamos por un total de 240.000 millones de euros (actualmente 286.000 millones de dólares) por parte de gobierno de la zona del euro y del Fondo Monetario Internacional.
El avance de Syriza se sustenta en una ola de descontento popular generado por el aumento de impuestos y el recorte al gasto público, salarios y pensiones que fueron exigidos en el acuerdo de rescate. No obstante, Grecia aún necesita apoyo financiero para pagar sus deudas. Steffen Seibert, vocero del gobierno alemán, dijo que la política de Alemania "ha sido fortalecer la eurozona, incluida Grecia. Esto no ha cambiado", señaló.
De cualquier forma, Europa está enfrentando un período de incertidumbre.
"Existe voluntad política" para mantener al euro junto, dijo Alessandro Leipold, economista en jefe del grupo Lisbon Council. "Pero (la incertidumbre) podría manifestarse en Europa, como es normal, sólo cuando se está en el punto crítico de la situación. No creo que haya motivo para ser demasiado alarmistas, pero ciertamente existen riesgos en decir que todo está bien".
"Los mercados son caprichosos (...). Estas cosas pueden cambiar bastante rápidamente.
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