Rebeldes prorrusos están dispuestos a un cese del fuego

Donetsk, Ucrania (AP) 

Un líder rebelde en Ucrania dijo el sábado que los separatistas están dispuestos a aceptar un cese del fuego para evitar una catástrofe humanitaria, luego de que las fuerzas del gobierno rodearan la ciudad de Donetsk, en el este del país.

Hasta el momento no ha habido una respuesta por parte del gobierno al comunicado emitido por Aleksandr Zakharchenko, quien se ha autoproclamado primer ministro de los separatistas en Donetsk, el principal bastión de los pro rusos.

Al parecer los rebeldes se vieron debilitados por las fuerzas del gobierno ucraniano, quienes lograron rodear Donetsk, el mayor enclave de los separatistas prorrusos. 

Un comandante de la insurgencia separatista pro rusa en el este de Ucrania dijo el sábado que las fuerzas del gobierno tomaron el control de una ciudad clave, dejando rodeada a Donetsk.

La declaración de Igor Girkin —un exoficial de un servicio especial ruso mejor conocido por su nombre de guerra, Luch Strelkov— sería una admisión crucial por parte de los rebeldes de que las dijo que fuerzas oficiales ucranianas tienen la ventaja en la guerra que comenzó hace cuatro meses.

El poblado de Krasnyi " también ha sido tomado por el enemigo", dijo Strelkov. Krasnyi está entre Donetsk y Lugansk, otra ciudad principal del este ucraniano controlada por los rebeldes.

Un portavoz de los militares de Ucrania, Andriy Lysenko, dijo a los periodistas el sábado que no podía confirmar la versión de que Krasnyi Luch estaba bajo control de las fuerzas oficiales.

CIUDAD AZOTADA POR EL CONFLICTO
En Donetsk, un portavoz del gobierno de la ciudad dijo que al menos una persona murió y que varias resultaron heridas en un bombardeo a la zona sur de la localidad el sábado. El portavoz Maxim Rovninsky agregó a The Associated Press que unos 30 edificios de apartamentos fueron atacados durante la noche.

La ciudad, cuya población era de casi un millón de personas antes de los combates, ha sido cañoneada cada vez más en las últimas semanas. Las autoridades ucranianas niegan firmemente que estén atacando a civiles, pero los rebeldes afirman las fuerzas oficiales están haciendo justamente eso y que tratan de culpar a los separatistas.

A medida que siguen los combates, aumenta el temor de que se avecine una catástrofe humanitaria en Lugansk, donde la lucha ha sido más fuerte y prolongada.

Un comunicado del gobierno de la ciudad de Lugansk, citado el sábado por las agencias rusas de noticias, dijo que la ciudad ha estado sin agua y electricidad durante una semana y que la mayoría de sus tiendas están cerradas.

EN OTROS PUNTOS DE UCRANIA
Por otra parte, en Kiev, trabajadores de la ciudad y voluntarios quitaron el sábado la última de las barricadas que habían bloqueado la principal calle de la capital de Ucrania desde que se iniciaron a finales del año pasado las protestas que obligaron a un cambio de gobierno.

Los manifestantes erigieron barricadas para proteger un campamento en la plaza principal de la ciudad. Aunque el tamaño del campamento se redujo drásticamente después que el presidente Viktor Yanukovich huyó del país en febrero y un nuevo gobierno llegó al poder, un núcleo determinado de manifestantes permaneció en una muestra de sospecha hacia las nuevas autoridades.

Algunas tiendas de campaña seguían allí el sábado, pero el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, quien fue uno de los líderes de las protestas contra Yanukovich, fue citado por medios de comunicación ucranianos diciendo que se había alcanzado un acuerdo con los remanentes de la protesta para restablecer la libre circulación en el centro.