Madrid. Amedy Coulibaly, el terrorista que mató a una policía y a cuatro personas durante una toma de rehenes en un supermercado kosher la semana pasada en parís, pasó el Año Nuevo en Madrid junto a su pareja, Hayat Boumeddiene, prófuga y que actualmente estaría en Siria.
Fuentes de la investigación citadas por la cadena de televisión francesa M6 apuntaron que ambos pudieron haberse dirigido a la capital española en auto, y que Coulibaly se quedó allí hasta el 2 de enero, antes de volver a Francia.
Ese mismo 2 de enero, Coulibaly regresó por carretera a París y Boumeddiene tomó un vuelo a Estambul, según las versiones de prensa.
Una cámara de vigilancia del aeropuerto de la ciudad captó la imagen de la mujer junto a un hombre cuyo hermano fue arrestado en el 2004 por participar en una red de reclutamiento yihadista, informó la prensa española.
Pese a la presencia de este terrorista en suelo español, las fuentes consultadas por EFE se inclinan por pensar que no contaba con una infraestructura que le diese cobijo.
Estas fuentes se basan en que en el registro de llamadas del terrorista y que es muy habitual que los yihadistas que se trasladan a Siria o Iraq lo hagan desde otro país para pasar más desapercibidos y no tener problemas en el aeropuerto.
Estas fuentes recuerdan que en el caso de los yihadistas españoles que se han trasladado a lugares de conflicto en los últimos años (en torno a 70 casos) son muchos los que cruzan las frontera y parten desde Marruecos.
Coulibaly realizó el viaje a Madrid a bordo de un auto que había alquilado previamente y que, siempre según las mismas fuentes consultadas, devolvió el día 6 de enero en Francia, es decir, cuatro días después de abandonar España y dos días antes del asesinato de una policía municipal en París siguiendo la estela de los hermanos Kouachi, autores de la matanza en la sede de la revista Charlie Hebdo el día anterior.
El juez español Eloy Velasco ha abierto una investigación por "colaboración con organización terrorista" para investigar la estancia en España de Coulibaly.