La batalla callejera entre los manifestantes y la policía ucraniana continúa hoy por segundo día consecutivo en Kiev, sin que las autoridades consigan restablecer el orden público y los llamados al diálogo no hayan surtido efecto.
“La victoria de la calle y la supremacía de la fuerza pueden ser el primer episodio de una guerra civil”, advirtió hoy el ex presidente Víctor Yúschenko, que ascendió al poder en la incruenta Revolución Naranja del 2004.
Por su parte, el presidente de Ucrania, Víktor Yanukovich, advirtió que las manifestaciones opositoras en Kiev se han transformado en disturbios masivos que amenazan con desestabilizar todo el país.
“Yo estuve dispuesto a escuchar vuestras opiniones y juntos encontrar una solución... pero ahora, cuando las acciones pacíficas se convierten en disturbios masivos, con pogromos, incendios y violencia, estoy seguro de que eso entraña una amenaza no solo para el orden en Kiev, sino para toda Ucrania”, señaló Yanukovich.
Grupos de manifestantes siguieron atacando hoy a la policía con piedras, cócteles mólotov, bombas aturdidoras y bengalas en las inmediaciones del estadio Lobanovski, no lejos de la plaza de la Independencia, bastión opositor desde hace dos meses para defender la integración del país en la Unión Europea, aparcada por el Gobierno.
En respuesta, los efectivos antidisturbios, que no dejan de recibir refuerzos del temido destacamento Berkut, recurren a balas de goma, bombas de humo y gas lacrimógeno.
Cada cierto tiempo, los equipos sanitarios median entre ambas partes para atender a los heridos, que ascienden a varios centenares, entre opositores y agentes del orden, además de una veintena de reporteros.
Más de veinte personas fueron detenidas, según el Ministerio del Interior, acusadas de "desórdenes masivos", entre ellas representantes de varios partidos políticos opositores.
Tras las manifestaciones masivas del domingo, con hasta 100.000 participantes, varios miles de descontentos se apartaron de la marcha e intentaron asaltar el barrio del gobierno. Acusan a los líderes de la oposición de ser demasiado blandos ante Yanukovich. Las autoridades detuvieron a más de una decena de personas.
Desde hace dos meses la antigua república soviética ha sido escenario de manifestaciones multitudinarias, después de que el gobierno decidiese apartarse de su política de acercamiento a la Unión Europea y volviese a estrechar lazos con la vecina Rusia.