Redacción EC

En las derrotas del líder de la izquierda antiliberal Jean-Luc Mélenchon y del conservador François Fillon en la primera vuelta de las presidenciales francesas dejaron un sabor amargo a sus votantes, que ahora rechazan tener que elegir entre "dos males", y .

Desde el lunes, el hashtag #SansMoile7mai (#Sinmíel7demayo), fecha de la segunda vuelta entre Le Pen y Macron, se ha extendido como un reguero de pólvora.

Muchos electores rechazan visceralmente a la extrema derecha del Frente Nacional (FN) de Le Pen pero también al centrista Macron, un exbanquero al que acusan de ultraliberal y que según ellos provocará el aumento del voto a FN agravando las desigualdades.

"Una segunda vuelta entre la peste negra y el cólera financiero" escribe en Twitter Serge Vincent, que se presenta como actor y sindicalista y que acudirá a las urnas el 7 de mayo.

"No elijo entre dos fascismos. De todas maneras, uno llevará al otro al poder", asegura por su lado Corinne, partidaria de Mélenchon.

Un tercio de los electores de Mélenchon asegura que se abstendrá en la segunda vuelta, según un sondeo Ifop publicado el martes.

Melenchon, eliminado pero que obtuvo un 20% de votos, ha rechazado llamar a votar contra Marine Le Pen, y asegura que no revelará por quien vota en la segunda vuelta.

Muchos políticos de casi todas las tendencias reclaman un frente común contra la candidata antimigración y antieuro, en nombre del "frente republicano".

Pero la unidad contra Marine Le Pen es menos evidente que hace 15 años, cuando su padre, Jean-Marie, logró llegar a la segunda vuelta, donde fue derrotado abrumadoramente por el presidente saliente Jacques Chirac (82%-18%).


- Resistencia contra Macron -


También hay muchas reticencias a la consigna del derrotado candidato de la derecha François Fillon a votar Macron. 

Muchos consideran al centrista como el heredero del impopular presidente socialista saliente François Hollande, un argumento que el propio Fillon había reiterado antes de la primera vuelta.

Más de una cuarta parte de los electores de Fillon (27%), devastados por su eliminación, se abstendrán o votarán en blanco, según el sondeo Ifop.

Fillon era el gran favorito en estas presidenciales pero un escándalo de empleos presuntamente ficticios en beneficio de su familia lo hizo perder ya en la primera vuelta.

Entre los más reticentes está el movimiento católico conservador Sens Commun (Sentido Común), que apoyó abiertamente a Fillon porque prometía "restaurar los valores familiares" tras un gobierno socialista marcado por la legalización del matrimonio homosexual.

"¿Cómo elegir entre el caos de Marine Le Pen y la podredumbre política de Emmanuel Macron?", se preguntaba el domingo el presidente de Sens Commun, Christophe Billan.

"Entre la que quiere salir de Europa y el que nos propone una Europa a la Juncker, con sus deslocalizaciones hacia países con salarios a 600 euros por mes (...), el voto en blanco me parece la buena solución", se indigna "CYP92", un lector de Le Figaro, en un foro de este diario conservador.

Francis Fauchère, mayorista en el mercado de Rungis, en la periferia de París, asegura que se sumará a los abstencionistas, hartos y asqueados según él por la política francesa.

"Ya no creo en nada" afirma, tras una visita de Marine Le Pen al mercado. "Es como todos los candidatos, vienen a vernos cada cinco años y todos prometen lo mismo".

De momento, los sondeos auguran una tasa de abstención del 27% en la segunda vuelta del 7 de mayo (frente al 20% en la primera vuelta), así como una victoria de Emmanuel Macron (61%) contra Marine Le Pen (39%).


Fuente: AFP.

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