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GAZA
Redacción EC

Manifestantes palestinos comenzaron a quemar neumáticos, y el espeso humo negro se acercaba a la frontera entre e Israel, desde donde los soldados israelíes abrían fuego esporádicamente.

En medio del humo, cuya intención era bloquear la visual de los francotiradores israelíes, algunos manifestantes se acercaban a la cerca fronteriza.

El ejército israelí renovó su advertencia de que no permitirá que se abran brechas en la cerca, y que sus soldados responden con munición de guerra, gases lacrimógenos y balas de caucho.

Previamente, un imán en uno de los cinco campamentos instalados cerca de la frontera exhortó a los manifestantes a no acercarse a la barda.

Hamas, el grupo que gobierna el territorio palestino, espera que sea la segunda protesta masiva en una semana.

Mientras, aumentaban los temores sobre un nuevo derramamiento de sangre. La semana pasada, más de una docena de manifestantes murieron por fuego israelí y cientos más resultaron heridos, según funcionarios sanitarios de Gaza.

Justo antes de las oraciones de mediodía del viernes, el día más importante de la semana para los musulmanes, cientos de personas llegaron a uno de los campamentos, cerca de la comunidad de Khuzaa.

En un momento de la mañana, las fuerzas israelíes dispararon gases lacrimógenos que cayeron dentro del asentamiento, provocando una huida momentánea.

Yehia Abu Daqqa, un estudiante de 20 años, dijo que acudió a la zona para manifestarse y para honrar a los fallecidos en el pasado.

"Sí, hay miedo”, dijo sobre los riesgos de acercarse a la valla. "Estamos aquí para decir a la ocupación que no somos débiles”.

Los manifestantes avanzaron hacia otros campamentos, incluyendo en el este de la ciudad de Gaza, donde fueron recibidos por un destacado líder de Hamas, Mahmoud Zahar. Cerca podían verse columnas de humo procedentes de neumáticos en llamas.

La marcha del viernes es la segunda en lo que los gobernantes de Gaza esperan que sean semanas de protestas contra el bloqueo fronterizo impuesto sobre el territorio hace una década.

Israel ha acusado a la milicia de intentar perpetrar ataques fronterizos bajo la cobertura de grandes manifestaciones, y dijo que evitará a toda costa los ataques a la frontera.

Los palestinos que se acerquen a la valla están poniendo en peligro sus vidas, advirtió el ministro de Defensa israelí. Sus declaraciones provocaron la condena de grupos de derechos humanos que dijeron que las órdenes de disparar eran ilegales.

Un enviado de la Casa Blanca instó a los palestinos a alejarse de la zona. Estados Unidos condena a los "líderes y manifestantes que piden violencia o que envían a manifestantes, incluidos niños, a la cerca, sabiendo que podrían resultar heridos o asesinados”, dijo Jason Greenblatt.

Fuente: AP

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