Bolivia recibió un golpe este lunes porque la Corte Internacional de Justicia de La Haya decidió que Chile no tiene obligación de negociar una salida soberana al mar.
Los bolivianos pidieron a esta instancia internacional que determine que los chilenos deben negociar una salida al mar con soberanía a favor de ellos. No se trata de un juicio por algún territorio específico, sino por la obligación de un país a dialogar con el otro.
La Paz lleva más de 100 años reclamándole a Santiago que le restituya su cualidad marítima y la falta de acuerdos entre ambos derivó en esta demanda ante la CIJ.
Sin embargo, en ciertos momentos, los dos países enfrentados estuvieron cerca de solucionar sus diferencias.
A lo largo de los últimos 60 años, Chile y Bolivia llegaron a sentarse en la mesa y discutir soluciones concretas.
Todas fracasaron por diferentes motivos, pero tanto bolivianos y chilenos coinciden en señalar que son una muestra de que en algunas oportunidades se estuvo cerca de evitar este duelo jurídico de cuatro años en La Haya que está por concluir.
1. Las notas de 1950
Se trata de un intercambio epistolar entre la diplomacia de ambos países.
En ellas, el canciller chileno de ese entonces Horacio Walker Larraín, indica que su país tiene la voluntad de solucionar el reclamo boliviano de contar con una salida al mar.
Los historiadores del tema señalan que en ese momento se planteó la posibilidad de establecer un corredor en el norte de Chile con 10 kilómetros de costa.
Bolivia, sostienen los estudiosos, a cambio habría otorgado facilidades para que su país vecino aprovechara las aguas del lago Titicaca.
"Esa era la fórmula de solución que se conversó y es una muestra de que en su momento Chile estaba dispuesto a resolver la demanda boliviana", indica el investigador boliviano Andrés Guzmán Escobari.
De hecho, estas notas epistolares de hace 68 años son uno de los argumentos que los abogados de La Paz presentaron en La Haya.
Bolivia sostiene que estas notas son una prueba de que Santiago "asumió el compromiso" de resolver el diferendo marítimo.
Chile, por su parte, indica que aquel intercambio epistolar solo fue parte de un diálogo y que nunca hubo un compromiso formal.
"Implicó una apertura al diálogo respecto de la aspiración portuaria de Bolivia a cambio de compensaciones no territoriales", explica Miltón Cortés Díaz, del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago Chile.
Sin embargo, el estudioso, autor de la tesis "En torno de las conversaciones de 1950. La política hacia Bolivia: 1946-1952", añade que "el pretendido diálogo no pudo ni siquiera iniciarse, pues tuvo que enfrentarse al rechazo de la opinión pública, la oposición del Perú y la inestabilidad institucional de Bolivia".
2. El abrazo de Charaña
En 1975, tanto Bolivia como Chile estaban gobernados por regímenes militares.
Ambos gobiernos eran afines ideológicamente, pues los dos combatían al avance de la izquierda en el continente.
De hecho, diversos investigadores los señalan de ser parte de un plan regional de persecución a militantes de esa rama ideológica conocido como el Plan Cóndor.
En ese contexto, Augusto Pinochet de Chile y Hugo Banzer de Bolivia protagonizaron un nuevo intento por solucionar el diferendo marítimo.
De hecho, llegaron a encontrarse en un punto fronterizo y se tomaron una fotografía que se haría muy conocida y que fue bautizada como el "abrazo de Charaña".
"El acta de ese encuentro señala que ambos países buscarán una solución a la mediterraneidad de Bolivia", explica Guzmán, quien es autor del libro "Un mar de promesas incumplidas: la historia del problema marítimo boliviano".
El investigador señala que, en ese 1975, Chile envió una carta firmada por su canciller en la que declara su disposición de ceder una costa soberana unida al territorio de Bolivia mediante una franja.
La Moneda propuso que a cambio se beneficiarían con una cesión territorial del mismo tamaño de la franja y el derecho a aprovechar un río que tiene origen en territorio boliviano.
"Puede decirse que se llegó a un principio de acuerdo. De hecho, Bolivia manifestó explícitamente su aceptación del canje territorial propuesto por Chile", indica la historiadora Valentina Verbal.
La investigadora, quien es directora de investigaciones del Centro de Estudios Horizontal, comentó en una entrevista que fueron "las elites bolivianas las que rechazaron el canje territorial. Lo que vino después fue una profundización de la permanente intransigencia boliviana".
Al final, en 1977, las discusiones se cerraron.
3. Territorio tripartito
Una de las alternativas más originales a lo largo de todas estas décadas fue la idea de establecer un territorio tripartito en el que Bolivia, Chile y Perú compartían un territorio.
La iniciativa fue propuesta en 1976 por Lima, quien ha sido históricamente el mediador en el diferendo marítimo.
La posibilidad fue considerada factible porque contaba con el beneplácito peruano, algo que era muy importante.
Por un tratado internacional firmado en 1929, Perú debe ser siempre consultado antes de que Chile ceda cualquier tipo de territorio a Bolivia.
"Fue una contrapropuesta al abrazo de Charaña. Debía ser un pedazo de territorio con costa con soberanía compartida", explica Guzmán.
Finalmente, Chile rechazó la posibilidad.
4. Las negociaciones secretas de Evo y Bachelet
Michelle Bachelet y Evo Morales llegaron a las presidencias de sus países casi al mismo tiempo.
De hecho, en un gesto inédito, el boliviano asistió a la asunción de la chilena en Santiago e incluso le regaló un instrumento musical andino.
Desde ese 2006, ambos gobiernos iniciaron una era de discusiones que fue bautizada como "la agenda de los 13 puntos sin exclusiones".
Uno de los componentes era el conflicto marítimo.
Durante años, equipos de emisarios de ambos países iban y venían entre La Paz y Santiago, avanzando lentamente en una posible solución.
El avance fue tal que, en cierto momento, en secreto, delegados de Evo Morales visitaron las costas chilenas donde se podría instalar un enclave a favor de Bolivia.
El diario La Tercera publicó hace dos semanas que hubo reuniones secretas en las capitales de ambos países e incluso Buenos Aires para intercambiar ofertas.
El propio Evo Morales admitió hace poco que envió a una de sus personas de confianza, quien además era senadora, para que sobrevolara las costas en helicóptero junto a los emisarios de Chile.
Por lo que se llegó a saber, según las versiones trascendidas en los dos países, Santiago hizo una oferta importante a La Paz que incluía un enclave y compensaciones económicas esperando que La Paz desistiera de su amenaza de presentar la demanda ante La Haya.
Concluido el gobierno de Bachelet, en 2010 el sucesor Sebastián Piñera decidió poner fin a los diálogos de la ya famosa "agenda de los 13 puntos" dejando literalmente a los bolivianos a la espera de una oferta definitiva que habría sido histórica.
Unos meses después, en marzo de 2011, Evo Morales dio un discurso en el que dijo que a Bolivia "se le terminó la paciencia" y anunció que se demandaría a Chile ante la Corte Internacional de Justicia.