El gobierno brasileño desestimó la importancia del pedido de explicaciones de la Organización de los Estados Americanos (OEA) sobre el proceso contra la presidenta suspendida Dilma Rousseff, que denunció la violación de sus garantías.
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A pedido de legisladores del Partido de los Trabajadores (PT), la Comisión de Derechos Humanos (CIDH), vinculada a la OEA, había enviado el día anterior un documento a las autoridades brasileñas. Pero el flamante embajador del país en Estados Unidos, Sergio Amaral, contestó que la solicitud de la comisión "no es algo serio" que pueda afectar diplomáticamente al gobierno del presidente interino, Michel Temer.
"Este tipo de solicitud es algo que está dentro de lo normal. Además ni siquiera sé si la Comisión de Derechos Humanos realmente tiene competencia en este tema", sostuvo el diplomático.
Amaral señaló que en el impeachment que se tramita contra Dilma Rousseff - que se definirá en pocos días - "no hay ninguna violación de los Derechos Humanos".
Fuente: La Nación / GDA
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