Brasilia [EFE]. La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, afirmó hoy que no se intimida con insultos ni con agresiones, aunque sean físicas, en un discurso de tono electoral en el que respondió a los abucheos vulgares que recibió la víspera durante la ceremonia inaugural del Mundial de fútbol en Sao Paulo.
"No serán los insultos los que me van a intimidar, a atemorizar. Eso no me afecta, no perdí el ánimo ni lo perderé", afirmó la jefa de Estado al pronunciarse en el acto de inauguración del nuevo sistema de autobuses expresos de Brasilia y a pocos días del inicio de la campaña para las próximas elecciones presidenciales en Brasil.
Pese a que se abstuvo de pronunciar el tradicional discurso presidencial en la ceremonia de apertura del Mundial para evitar hostilidades de los asistentes al estadio Arena Corinthians de Sao Paulo, la mandataria fue abucheada al menos cuatro veces, especialmente cuando su imagen aparecía en los televisores.
"No voy a dejarme perturbar o atemorizar por insultos que no pueden ser escuchados por niños y familias", aseguró la mandataria.
LA ÉPOCA EN PRISIÓN
La gobernante aseguró que no se intimidó ni cuando fue violentamente torturada en prisión por un largo período tras ser detenida por sus vínculos con organizaciones que combatían la entonces dictadura brasileña (1964-1985).
"Quiero recordarles que en mi vida personal enfrenté situaciones de mayor grado de dificultad. Situaciones que llegaron al límite físico. Lo que soporté no fueron agresiones verbales sino físicas", afirmó.