En lo que va del año, ya son 19 los medios de comunicación que han dejado de funcionar en Venezuela, lo que ha limitado el acceso a la información de la ciudadanía. (Foto: AFP)
En lo que va del año, ya son 19 los medios de comunicación que han dejado de funcionar en Venezuela, lo que ha limitado el acceso a la información de la ciudadanía. (Foto: AFP)
Juan Francisco Alonso

Una nueva amenaza se cierne sobre la menguada prensa independiente de , pero la misma no tiene forma de una sentencia judicial, de ley restrictiva o de una resolución administrativa que revoca algún permiso, sino del aumento del salario mínimo, el quinto en lo que va del año, decretado por el presidente .

El ajuste de casi 3.500% en los sueldos se ha convertido en una carga insoportable para muchos medios de comunicación, y prueba de ello es que desde que el mandatario informó su decisión a finales de agosto siete diarios, un semanario y dos páginas web han anunciado el cese de sus operaciones y el despido de todos sus trabajadores, según las estadísticas del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa, el cual acusó al Ejecutivo de buscar “liquidar” a los medios independientes que aún perviven con su paquete de medidas económicas.

Aunque el grueso de los medios que han anunciado su cierre son regionales, los nacionales no están inmunes a los efectos que la medida va a tener sobre ellos. Así, por ejemplo, los directivos del centenario diario caraqueño “El Universal” instaron a sus trabajadores a solicitar el subsidio anunciado por el jefe del Estado, aunque posteriormente desmintieron esto.

—Con el carnet de la patria—

Maduro ofreció a las empresas que no pudieran cancelar el salario de inmediato la posibilidad de completar el monto durante los próximos tres meses, pero para ello los trabajadores deben solicitar el polémico carnet de la patria. Se trata de una tarjeta electrónica que no solo contiene los datos de su portador, sino que además puede operar como una tarjeta de débito y en ella el gobierno deposita subsidios que otorga discrecionalmente. La oposición y organizaciones de derechos humanos sostienen que este es un sofisticado mecanismo de control social.

Televisoras nacionales también habrían instado a sus trabajadores a recurrir a este mecanismo.

Otro aspecto llamativo es que entre los medios que decidieron poner punto final a sus operaciones están algunos que fueron adquiridos en años recientes por empresarios afectos al chavismo, como es el caso de “Notitarde”, el principal periódico del estado Carabobo, a unos 200 kilómetros al oeste de Caracas, con más de tres décadas de historia.

—Cada vez menos—

Con el anuncio del fin de estos diez medios, ya son 19 los que han dejado de funcionar en lo que va del 2018, de acuerdo con las cifras que maneja Espacio Público, organización dedicada a monitorear la situación de la libertad de expresión en el país y la cual no descarta que esta situación se repita a futuro.

Esta posibilidad también la asomaron desde el Bloque de Prensa Venezolano, instancia que agrupa a los editores del país caribeño.

Ellos advirtieron que “desde hace años en Venezuela la fórmula con la cual operan los medios de comunicación en el mundo, la cual supone la existencia de unas empresas que producen y publicitan lo que producen en diarios, radios y televisoras, no funciona, porque las empresas que aún existen no producen casi nada y lo que poco que producen no requiere de publicidad para venderse. Pero si a eso además se le imponen más cargas ya sabemos qué esperar”.

El cierre de medios no es algo novedoso en el país, pero se ha acelerado con el agravamiento de la crisis económica. En el 2017, 17 diarios, revistas o semanarios dejaron de circular, según Espacio Público, que agregó que ese mismo año unas 54 emisoras radiales y tres canales de televisión también corrieron con la misma suerte, aunque en el caso de los medios audiovisuales su desaparición fue producida por la decisión de las autoridades de revocarles los permisos para operar.

“Quieren aniquilar a la prensa”

Carlos Correa
Director de Espacio Público

—A raíz del incremento salarial anunciado por Maduro, varios medios de comunicación han anunciado su cierre. ¿Fue algo planificado o un beneficio colateral no previsto?
Sin duda esto es una expresión de la política pública de hostigamiento a los medios de comunicación existente. En Venezuela la publicidad oficial se entrega discrecionalmente, se le da papel prensa a unos diarios y a otros no; y a los medios audiovisuales se les ha impuesto unas normas tan draconianas que se les hace difícil operar. Pero si a todo esto se le suma los ataques a la empresa privada y la crisis económica, las cuales hacen que haya menos dinero para publicidad, se entiende por qué los anuncios de los cierres.

—¿Son tan económicamente débiles los medios venezolanos?
Hoy por hoy, hay diarios que se mantienen en circulación porque sus editores y propietarios han decidido mantenerlos inyectándoles fondos de sus propios patrimonios, porque ya no son financieramente viables. Ya antes de los anuncios económicos muchos medios redujeron sus plantillas, sus ediciones y los periodistas estaban ganando salario mínimo.

—Pero hay diarios cerrando en otros lados.
No se pueden comparar los casos. En EE.UU. y Europa los diarios cierran por el cambio que ha supuesto Internet, pero en Venezuela es porque los diarios ya no pueden importar papel, sino que lo tienen que solicitar ante el ente estatal que monopoliza ese negocio [Corporación Maneiro] y algunos reciben y otros no. Además tienen que hacer frente a la competencia desleal que suponen los diarios gratuitos que el gobierno ha creado. En Venezuela hay una política de aniquilamiento de la prensa, la cual ahora se agudiza con el impacto de las medidas económicas anunciadas por el gobierno.

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