El juez federal Julián Ercolini procesó al técnico informático Diego Lagomarsino como partícipe necesario de un "plan criminal" para el asesinato del fiscal especial de la causa AMIA, Alberto Nisman , según confirmaron fuentes judiciales en Argentina.
Lagomarsino se enteró de su procesamiento mientras estaba al aire en una entrevista y cuando salió, habló con la prensa. "Era esperable, imaginamos que esto iba a pasar, vamos a ver si apelamos o no", sostuvo, y agregó. "Se va a cometer una injusticia, ya el hecho de que esté procesado es una injusticia".
El técnico en informática se mostró confiado de que no va a ir a prisión. "No me dieron los detalles porque no hablé con los abogados. Tarde o temprano se va a resolver", indicó.
Lagomarsino, quien asesoraba a Nisman en temas informáticos, reconoció en más de una oportunidad ser el dueño del arma de la que salió el disparo que mató al fiscal, aunque siempre sostuvo que Nisman se la había pedido prestada un día antes de aparecer muerto.
El juez también ordenó embargo y mantuvo las medidas cautelares de sujeción al proceso. Además, procesó a los custodios por incumplimiento de los deberes y encubrimiento.
Basado en un informe oficial que contradijo otros anteriores, el juez Julián Ercolini consideró que hay pruebas suficientes para determinar que el disparo en la cabeza que acabó con la vida del fiscal en enero del 2015 no provino de sus propias manos, por lo que llegó a la conclusión de que Alberto Nisman fue asesinado.
En medio de una oscura trama en la que estuvieron involucrados agentes de inteligencia de Argentina y hasta se mencionó a los servicios de Estados Unidos e Israel, nunca se esclareció si el caso fue un suicidio o un asesinato.
La muerte de Nisman generó un enorme revuelo porque unos días antes de ser hallado con un disparo en la cabeza en el baño de su departamento en Buenos Aires, el fiscal había acusado a la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner de intentar encubrir a los iraníes acusados del ataque antisemita a la mutual judía AMIA en 1994.
A pesar de los años sin esclarecer el suceso, la denuncia de Nisman sigue causando controversia. Tras haber sido inicialmente desestimado, el caso fue reabierto el año pasado y en diciembre el juez pidió la detención de Fernández, que ahora es senadora, una decisión que generó críticas de organismos de derechos humanos y de un ex jefe de Interpol involucrado en la investigación.
"Estoy aterrado"
"Si voy preso me termino de romper porque no hay nada peor que un inocente preso, es una injusticia inmensa", sostuvo hoy Lagomarsino en diálogo con la señal de cable A24.
"Alberto Nisman me cagó la vida", afirmó más tarde en una entrevista por radio Delta, en la que conjeturó que Alberto Nisman "no pensó que me iba a meter en el quilombo que me metió".
"No estoy tranquilo, estoy aterrado (...) Tengo terror a que se cometa una injusticia", manifestó Lagomarsino.
"De lo que me acusaron en un primer momento es del préstamo del arma, que sería incompatible con la acusación de ser parte de un plan", agregó. "Ahora dicen que tenía el arma en forma ilegal porque tenía el CLU vencido", sostuvo, en alusión a la credencial de Legítimo Usuario de Armas de Fuego otorgada por el Ministerio de Justicia.
Sobre su vinculo con uno de los custodios de la vivienda donde murió Nisman, Rubén Benítez, Lagomarsino dijo que no tiene "más relación más que un 'hola y chau'".
En su indagatoria, acusado por incumplimiento de los deberes de funcionario público, Benitez reveló que Nisman le había pedido que comprara un arma para velar por la seguridad de sus hijas, en coincidencia con el argumento de Lagormarsino para explicar cuál fue la razón por la que decidió prestarle a Nisman su arma calibre 22.
Fuente: La Nación, GDA / Agencias