Sao Paulo (EFE)
En la recta final de la campaña electoral, el candidato opositor a la presidencia de Brasil, Aécio Neves, se presentó hoy en sociedad con su nueva aliada, la ecologista Marina Silva, y calificó el encuentro de "momento histórico" para lograr "un cambio calificado" en el país.
Finalmente, la fotografía de Neves y Silva que quería la oposición al gobernante Partido de los Trabajadores (PT) se hizo realidad en Sao Paulo, para concretar la idea de una nueva alianza política que ambos definieron como el "movimiento del cambio".
El apoyo es considerado clave para la lucha voto a voto de Neves y la presidenta y candidata a la reelección, Dilma Rousseff, que están empatados técnicamente de cara a la segunda vuelta, el 26 de octubre, con una ligera ventaja del primero, de 51 a 49 %, según las encuestas de las empresas Ibope y Datafolha.
"Este es el momento más importante de mi campaña. Dejo de ser candidato de un partido para ser representante de un gran movimiento de transformación, de valores, prioridades y posturas", dijo Neves en su discurso en un salón social del barrio de Lapa ante dirigentes políticos y la prensa.
Como candidata del Partido Socialista Brasileño (PSB), Silva quedó tercera en la primera vuelta, celebrada el 5 de octubre, con un 21,3 % de los votos, por detrás de Rousseff (41,5 %) y Neves (33,5 %).
La dirigente ecologista perteneció al PT, fue ministra de Medio Ambiente de Luiz Inácio Lula da Silva, se presentó como candidata de oposición en 2010 y fue derrotada por Rousseff y ahora intenta ser una pieza estratégica en el equipo opositor y en el futuro gobierno.
En un mitin realizado en Sao Paulo, Neves comparó el apoyo de Silva con la Alianza Democrática, el movimiento que comandó la transición a la democracia, después del fin de la dictadura que gobernó el país entre 1964 y 1985.
El abuelo del hoy candidato, Tancredo Neves, fue elegido en 1985 presidente de Brasil en forma indirecta, bajo la tutela de una agonizante dictadura, pero falleció antes de asumir en el cargo, que finalmente quedó para su vicepresidente, José Sarney.
Después de la primera vuelta, los partidos de la coalición que respaldó la candidatura de Silva dieron su apoyó a Neves para la segunda vuelta, una decisión que fue respaldada por la excandidata el último domingo en una rueda de prensa y hoy de manera personal.
Silva afirmó hoy que apoya a Neves en la segunda vuelta, luego de que el candidato opositor se comprometiera con varios asuntos de su agenda política, como mantener "el compromiso con la macroeconomía y las políticas sociales".
Neves enfatizó en ese sentido que el programa de Marina Silva incluye regresar a la política de control de inflación inaugurada por el Gobierno de Fernando Henrique Cardoso (1995-2002), del PSDB
El diputado Beto Albuquerque, del PSB y quien era el compañero de fórmula como vicepresidente de Silva, declaró que la excandidata no pidió cargos a Neves como retribución de su apoyo.
"Ni siquiera hablamos de eso, ahora no cabe, el objetivo es derrotar al Gobierno", aseveró Albuquerque.
La exministra elogió a Neves por haberse comprometido en una carta pública a aceptar las "propuestas programáticas" planteadas por ella durante la campaña, como la inclusión de una agenda de desarrollo sostenible y de política social.
El compromiso de Neves fue comparado por Silva con la "Carta al Pueblo Brasileño" firmada en 2002 por Lula en la campaña que lo llevó al Gobierno
Silva detalló que Neves se comprometió a "mantener, mejorar e institucionalizar las conquistas sociales", entre ellas el programa de transferencia de renta "Bolsa Familia", que reciben casi 50 millones de personas y que permitió al Brasil salir del mapa del hambre de la FAO en la última década.
Así, a juicio de Silva, las políticas sociales no deben ser vistas como "favores o dádivas" sino como conquistas del avance democrático.