La percepción tanto del grupo opositor como del chavismo coincide: 90% afirma que la situación del país está mal. Aunque aproximadamente 25% de las personas que se identifican con el oficialismo mantiene una postura fiel al gobierno de Nicolás Maduro, aproximadamente 12% se muestra muy crítico hacia la gestión del gobierno y lo expresa de manera más contundente, según el análisis realizado por la encuestadora Delphos durante 2016.
Félix Seijas, director de la firma, explicó que el país cambió mucho de febrero a diciembre y que para la población el referéndum revocatorio fue el principal eje movilizador durante el año, por lo menos, hasta octubre, cuando apareció la propuesta de la mesa de diálogo.
65% de los opositores consideraba que había que sentarse en la mesa de diálogo, pero la mayoría coincidía en que no se podía abandonar las otras vías de movilización. Seijas señaló que se perdieron las expectativas y la Mesa de la Unidad cayó en un letargo que originó una especie de duelo en la población opositora.
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Indicó que el año 2016 comenzó con los ánimos en alto por parte del grupo opositor luego de la victoria de la MUD en la Asamblea Nacional y que el descontento hacia la gestión del presidente Nicolás Maduro se expresó tanto en las encuestas como en las movilizaciones de calle. En febrero, las mediciones realizadas por Delphos indicaban que la disposición de los opositores a movilizarse y manifestar no llegaba a 40%, pero entre julio y agosto superaba 80%.
“Las personas se refugiaron en la idea del referendo y eso se reflejaba en los números, pero los obstáculos se hicieron evidentes luego del 1 de setiembre porque hubo una concurrencia importante y lo que se sentía en los sondeos era que la participación iba a ser masiva”, señaló el director de Delphos.
La desaprobación hacia la gestión de Nicolás Maduro también caló en grupos del chavismo, y Seijas destacó que incluso llegó a contaminar la imagen de Hugo Chávez, porque la gente consideraba que le había endosado el poder a Maduro y que este había fracasado.
Indicó que, a pesar de la conflictividad que se originó durante los últimos días del año, la Navidad apaciguó los ánimos porque la gente necesita una válvula de escape. “Cerramos el año con una situación difícil, pero se pudo controlar. Si no estuviéramos en Navidad la historia hubiese sido distinta porque las personas viajan, se distraen un poco. Pero todavía hay colas bárbaras en los supermercados, la presión se mantiene allí”.
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Por eso apunta a que enero será un mes muy movido: “Llegará el 5 de enero (la instalación de la nueva directiva de la AN), luego el 10 de enero que para el chavismo significa no perder el poder, pero la prioridad de la oposición debe ser el objetivo electoral”.
Félix Seijas considera que el próximo año la MUD debe darle prioridad a las elecciones regionales pautadas para el primer semestre del próximo año. “El gobierno activa medidas según ocurren las cosas, pero bajo este escenario, así la oposición hable de lo que hable, debe mantener la prioridad de lograr un cronograma electoral”.
Fuente: El Nacional / GDA
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