La indignación pública en México por la desaparición de 43 estudiantes en Iguala ha sido tal, que este miércoles decenas de miles de personas marcharon en varias ciudades para pedir justicia a las autoridades en el que ya es considerado uno de los peores episodios de la violencia criminal que azota al país en la historia reciente.
Hasta ahora se desconoce el paradero de estos jóvenes estudiantes que la noche del 26 de septiembre fueron agredidos a balazos por policías municipales y personas armadas cerca de la localidad de Iguala, en Guerrero.
Los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa habían ido a esa población para conseguir dinero que les financiara un viaje a Ciudad de México, donde esperaban participar en las protestas por el aniversario de la masacre del 2 de octubre de 1968.
Además de las desapariciones, el pasado fin de semana 28 cadáveres fueron hallados en el mismo municipio de los hechos.
Los cuerpos sin vida aún no han sido identificados.
Chilpancingo, San Cristóbal de las Casas, Ciudad de México y Guanajuato fueron las ciudades donde las manifestaciones de protesta congregaron a un mayor número de personas.
"Ya basta tanta violencia", "Renuncia Peña Nieto", "Ayotzinapa, crimen de estado" y "Dónde están nuestros hijos" fueron algunas de las consignas escritas en los carteles que mostraban las diferentes marchas.
Entre las movilizaciones que más llamaron la atención estuvo la organizada en Chiapas por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), donde miles de miembros del grupo se unieron a las protestas.
El presidente Enrique Peña Nieto ordenó a principios de esta semana al gabinete de seguridad nacional que se sumara a las investigaciones de la desaparición de los estudiantes.
Peña Nieto consideró los hechos "lamentables" y advirtió que no habrá impunidad en este caso.
Hasta ahora 22 policías de la localidad de Iguala han sido detenidos. Pero se desconoce el paradero del alcalde, quien desapareció tras emitirse una orden de arresto en su contra.