El grupo Estado Islámico (EI) liberó a cientos de civiles que había tomado como escudos humanos durante la retirada de su bastión estratégico de Manbij (norte de Siria), mientras bombardeos sirios y rusos, y ataques rebeldes en la zona de Alepo costaron la vida el sábado a 51 civiles.
Los últimos yihadistas abandonaron el viernes Manbij, una ciudad estratégica para el abastecimiento de la organización extremista y situada entre Turquía y los territorios bajo su control en Siria.
Se trata de la derrota más importante del grupo a manos de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una coalición de combatientes árabes y kurdos apoyados por Estados Unidos.
Además de la importancia estratégica para el abastecimiento de los yihadistas, Estados Unidos calificó a Manbij de base logística para la salida de los combatientes del EI hacia Europa, donde el grupo reivindicó varios atentados.
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Expulsados de Manbij, que controlaban desde 2014, tras una batalla de más de dos meses, los yihadistas habían tomado con ellos a casi 2.000 civiles como escudos, entre ellos niños.
Entre ellos "figuran habitantes que fueron utilizados como escudos pero también muchos que decidieron salir voluntariamente de la ciudad por miedo a represalias" de las FDS, explicó Rami Abdel Rahman, director del OSDH.
Varios cientos "se encuentran ahora en libertad", precisó el OSDH, una organización con sede en Londres que dispone de una amplia red de fuentes en Siria.
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Fuente: AFP