Iguala, México
La decisión de una de las tías de José Luis Abarca Velázquez, ex alcalde de Iguala, sacó a su familia de la pobreza. El negocio del oro enrumbó la vida de la familia Abarca Velázquez a un camino vinculado constantemente con el narcotráfico y lejos del antiguo negocio familiar, la venta de sombreros de paja.
Conocido como un fanfarrón que buscaba lucir sus biceps como si fueran los de Arnold Schwarzenegger y acomplejado por su estatuta que apenas supera el metro y medio, la sagacidad y ambición siempre fueron fuertes características en Abarca, señala el diario Excelsior de México.
Se convirtió en alcalde de Iguala hace dos años como candidato del Partido de la Revolución Democrática (PRD). Sin embargo, un año antes -el 22 de junio de 2011- Abarca ya era relacionado con el narcotráfico.
A partir del negocio familiar de venta de joyas, sobre todo de oro, Abarca Velázquez amasó una fortuna que en el 2008 le permitió realizar una inversion de 300 millones de pesos (US$22'151.399) para la construcción de la Plaza Tamarindos, en Iguala. El origen del dinero no ha sido sustentado hasta hoy.
Excelsior detalla que el ex alcalde posee al menos 19 propiedades en Iguala y otras cinco en el estado de Morelos, a 100 kilómetros.
Abarca y su esposa, María de los Ángeles Pineda, están acusados de haber ordenado la ejecución de los 43 estudiantes desaparecidos desde hace más de un mes. Fueron atrapados dentro de una residencia en Ciudad de México.