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24 hour project
Renzo Giner Vásquez

Veinticuatro horas son suficientes para darle la vuelta al mundo. Al menos eso es lo que pretende Renzo Grande con , una iniciativa abierta para quienes quieran tomarse todo un día y subir una foto de su ciudad cada hora. “Este año será el 7 de abril y el tema es el acoso contra las mujeres”, explica Grande, quien ha dejado de hacer sus maletas para responder esta llamada.

—¿Adónde vas?
A la India, tengo que dictar un taller de fotografía a mujeres que sobrevivieron al tráfico humano. Quiero que cuenten su vida este sábado.

—¿Cuántas son?
Diría que entre 60 y 80, viven en una especie de orfanato en el que tienen una escuela donde les dan talleres para que se rehabiliten. Lo que haré también ayudará en su terapia, aprenderán a contar lo que les sucedió a través de las fotografías.

—¿Qué es lo primero que se enseña para lograr eso?
A ser sincero consigo mismo. A compartir lo que realmente sientes y lo que has pasado. A darse cuenta de que la fotografía es un medio de comunicación, que pueden usar esta herramienta como un psicólogo; en lugar de hablar con alguien usas la imagen.

—¿Qué efecto tiene una fotografía en la gente?
Una foto puede cambiarle la vida a una persona. Puedes hacer que gente del otro lado del mundo conozca culturas con las que ni soñaba.

—El proyecto comenzó como un hobby junto a tu amigo...
Correcto. Queríamos contrastar a Nueva York y Los Ángeles en 24 horas. Pero se nos ocurrió que era mejor buscar qué teníamos en común. Invité a otros amigos y logramos ser 65 fotógrafos buscando temas en común en el mundo en un solo día.

—Algo complicado en un mundo donde se habla más de muros que de unión...
Hay personas con altos rangos a las que les interesa dividirnos. Pero este proyecto muestra que quien vive en un pequeño pueblo de Indonesia se puede relacionar con alguien de París. Que un moscovita vea que le pasa lo mismo que a un mexicano.

—¿Y 24 horas son suficientes para ello?
Es un inicio. He tenido amigos que gracias al proyecto conocieron Nueva York en 24 horas.

—¿Por qué no limitar el proyecto a fotógrafos profesionales?
Porque la idea es darle voz y voto a cualquier persona, teniendo o no la última cámara. Una chica en Indonesia solo podía documentar el proyecto con su teléfono, ella es musulmana y sufría ‘bullying’ en su escuela. Le dije que con su teléfono era suficiente, no importa si la foto es recontranítida, importa si cuenta una historia.

—Historias... cada foto guarda al menos una.
Y no solo la foto sino quienes la ven. Una anécdota que me impactó bastante fue la de un señor que estaba deprimido en un hospital: le alcanzaron una iPad para que pudiera ver las fotos y al poco tiempo me escribió para agradecerme porque había encontrado vida. El proyecto le devolvió las ganas de ir a otros lugares, conectarse con otras personas, de seguir adelante.

—¿Cómo pasó de ser un hobby a una iniciativa global?
Aún no lo sé, la gente se comenzó a sumar y sin darnos cuenta ya éramos casi 3 mil fotógrafos. Gracias a ello, hemos decidido hacer un libro con imágenes desde el 2012. Pero hemos iniciado una colecta por Internet y solo hemos logrado recaudar el 5% del dinero necesario. La idea es que lo que ganemos con ese libro lo donemos a los centros de ayuda y refugios que hemos visitado.

— ¿Qué ciudades has podido capturar con tu lente? 
​Como parte del proyecto Nueva York, Sidney, Lesbos y ahora viene la India. 

— Lesbos, la puerta de entrada a Europa para los miles de refugiados que llegan de Medio Oriente, ¿cómo fue esa experiencia?
​Espectacular. Para el 2016 el proyecto ya tenía una buena acogida, entonces se me ocurrió que juntos podíamos cambiar muchas cosas, de ahí nace nuestro slogan: "Documentando la humanidad para hacer la diferencia". Entonces, nos aliamos con una ONG llamada "She has hope", que ayuda a sobrevivientes de esclavitud y así terminé en Australia. Al año siguiente me junté con voluntarios del campo de refugiados de Lesbos, les impartí un taller de foto, llevé unas 15 cámaras desechables y se las di para que puedan documentar su día. La experiencia fue espectacular, me permitió ver que lo único que quieren son ser tratados como humanos. Cuando escapan de esos lugares en conflicto se convierten en un número más, darles las herramientas para que cuenten su historia fue enormemente especial.

— ¿Cómo se elige el tema de cada año? 
​Cada evento lo preparo con 5 meses de anticipación. Busco los temas donde se necesita más ayuda. El requisito es que sea un problema global y los participantes puedan identificarse con él para contarlo. Hemos tocado la ola inmensa de esclavitud sexual, los sobrevivientes al tráfico, los refugiados de Medio Oriente y ahora será la violencia contra la mujer.

— Con todos los problemas que hay en el mundo debe ser un dolor de cabeza escoger uno. 
​Normalmente empiezo con unos 10 o 12 temas y voy viendo cuál es el mejor ángulo. Por ejemplo, los últimos dos años Black Lives Matter me contactó para tomarlo como tema mundial pero solo los agregué como edición especial, no podía hacerlo mundial porque me interesa que quien viva en Japón o Nueva Zelanda se identifiquen con el tema y no sentía que sería así.

— Qué lástima que la violencia contra la mujer sí suceda en todos lados.
Sí. Pero no todas son historias tristes, también buscamos celebrar a las mujeres que sobresalen en el mundo. El proyecto busca mostrar que la mujer es más que ese problema, que logran bastante pero también advertir que el acoso y maltrato no solo pasa en el Perú, también en Nueva York, Irlanda o Tokio.

— ¿Qué foto ha reflejado mejor la intención de tu proyecto hasta ahora?
​Uf, hay demasiadas. Hace dos años hubo una de las protestas en Venezuela, se veía a un manifestante tirando bombas molotov, es una realidad que normalmente no se ve. Amor en Kuwait es otra, una pareja en la que el hombre está totalmente de blanco y ella totalmente de negro, uno cree que allá no hay demostraciones de afecto en la calle pero me cambió el concepto.

***
Ficha del personaje 
Renzo Grande
Cofundador de 24 Hour Project
A fines de abril cumpliré 42 años y lo pasaré en la India. Soy limeño pero vine a EE.UU. en 1992, viví por 10 años en Florida y ahora llevo 15 inviernos en Nueva York. Estudié Administración de Sistemas y Márketing, nunca Fotografía, soy autodidacta.

Puede inscribirse o ver las fotos en: 24hourproject.org.
Puede inscribirse o ver las fotos en: 24hourproject.org.

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