En agosto del 2015 fallecía a consecuencia de un cáncer Marcy Borders, recordada como la "dust lady" (dama del polvo) y cuya fotografía se convirtió en una de las más icónicas de los ataques contra las Torres Gemelas de Nueva York del 11 de septiembre de 2001.
Fue fotografiada cuando logró refugiarse en un edificio cercano a las torres.
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Tenía su rostro y todo su cuerpo cubierto por el polvo que envolvió la Zona Cero después de que los edificios se vinieron abajo.
Dieciocho años después de los atentados, recordamos la historia detrás de esta emblemática imagen.
El 11 de septiembre de 2001, Borders recién cumplía su primer mes de trabajo en el Bank of America, cuyas oficinas se encontraban en el piso 81 de la Torre Norte del World Trade Center.
"El edificio comenzó a temblar y balancearse. Yo perdí todo el control. Luché a mi manera por salir de ese lugar", dijo Borders al diario Daily Mail en el 2011.
Desafiando las instrucciones de su jefe de que no debían salir, huyó por las escaleras y se refugió en el vestíbulo de un edificio cercano. Allí su imagen fue capturada por el fotógrafo Stan Honda.
El autor de la instantánea recordó aquel momento en una publicación de Facebook en el décimo aniversario de los ataques.
"Una mujer entró completamente cubierta de polvo gris. Se notaba que estaba muy bien vestida para el trabajo y por un segundo se detuvo en el lobby. Pude hacer una toma de ella antes de que un agente de policía comenzara a dirigir a la gente hacia las escaleras", escribió Honda en 2011.
Borders, nacida en Nueva Jersey, no se dio cuenta que había sido fotografiada hasta que su madre vio la imagen al día siguiente y se puso en contacto con Stan Honda.
Complicaciones
En los años posteriores a los ataques, Borders sufrió cuadros de depresión severa y adicción a las drogas. Incluso perdió la custodia de sus dos hijos.
"No trabajé en casi 10 años y en 2011 era un completo desastre", le dijo a The New York Post en ese entonces. "Cada vez que veía un avión me entraba el pánico".
Sin embargo, después de una temporada en rehabilitación, logró desintoxicarse y recuperó la custodia de sus hijos.
En noviembre de 2014 se conoció que padecía de cáncer de estómago.
Borders afirmó que su mal fue el resultado de lo que vivió en 2001. "Definitivamente lo creo porque no tenía ninguna enfermedad", dijo al diario estadounidense New Jersey Journal.
"Yo no tengo la presión arterial alta, ni el colesterol alto, ni diabetes".
Miles de personas que se encontraban en la Zona Cero el 11-S fueron diagnosticadas con cáncer en años posteriores, particularmente los rescatistas que trabajaron en los escombros de los edificios en los días y semanas posteriores a los atentados.
Eso llevó a la creación de un fondo compensatorio durante el gobierno de Barack Obama.
Fallecimiento
En entrevistas en los años que siguieron al ataque, Borders culpó de su cáncer al polvo y las sustancias contaminantes que aspiró mientras escapaba del World Trade Center.
Tras su fallecimiento en 2015, Juan Borders, primo de Marcy, la llamó "heroína" y aseguró que "sucumbió a las enfermedades que cargó en su cuerpo desde el 11-S".
"Además de la pérdida de tantos amigos, compañeros de trabajo y colegas durante y después de ese trágico día, los dolores del pasado han encontrado una manera de resurgir", dijo.
Noelle, hija de Marcy Borders, le dijo al diario estadounidense New York Post que su madre "peleó una batalla increíble".
"Ella no sólo es la 'dust lady', es mi heroína y vivirá para siempre a través de mí", concluyó.