Kobane, DPA
Más de 400 personas murieron en las tres semanas de ofensiva de la milicia Estado Islámico (EI) contra el enclave kurdo de Kobane en el norte de Siria, aseguró hoy el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos.
Hoy se informó también que el Estado Islámico tomó tres distritos de la ciudad tras sangrientos enfrentamientos con combatientes kurdos, y que por primera vez la coalición internacional liderada por Estados Unidos atacó de día a tres grupos de combatientes de la milicia en la zona sur de Kobane.
De los 400 muertos, unos 20 eran civiles, entre ellos 17 kurdos ejecutados por los yihadistas. Además, murieron 219 extremistas y 163 combatientes de las Unidades de Protección Popular (YPG) kurdas. Sin embargo, el Observatorio subraya que el número real es probablemente el doble, ya que ninguna de las partes revela la verdadera cifra de bajas y hay áreas inaccesibles.
Las zonas de Kobane sobre las que avanzaron los yihadistas son un área industrial y los barrios de Kani Araban y Makatal al Yadida, en el este, donde esta mañana fue izada en varios edificios la bandera negra del Estado Islámico.
El Estado Islámico izó una bandera en una colina de Kobane (AP)
El Observatorio añadió que las unidades kurdas que defienden la ciudad consiguieron hacer retroceder a los yihadistas en algunos lugares, pero que se combate calle a calle.
En el sudoeste de Kobane, a las afueras de la ciudad, la milicia extremista sunita tomó asimismo varios edificios.
Las Unidades de Protección Popular kurdas declararon Kobane "zona militar" y evacuaron a los pocos civiles que aún quedaban allí en dirección norte, hacia la frontera. La agencia kurda Hawar dijo que incluso los máximos funcionarios del gobierno local tomaron las armas para unirse a la resistencia.
Durante la noche hubo ataques aéreos de la coalición internacional contra la milicia terrorista en el sur y este de la localidad, cerca de la frontera con Turquía.
La ofensiva yihadista ha obligado a más de 185.000 civiles a huir hacia Turquía, en el norte, la única salida de Kobane que no está cercada por los yihadistas.
La caída de la ciudad, la más pequeña de tres importantes enclaves kurdos en el norte de Siria, le daría al grupo extremista el control sobre una franja completa de territorio sirio desde la frontera turca en el norte hasta la iraquí en el este.