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La comunidad italiana quedó sorprendida luego de que los medios de ese país difundieran la historia de Maria Giulia Sergio, una joven italiana procedente de una familia acomodada y de doctrina católica que decidió viajar a Siria para unirse al grupo terrorista Estado Islámico.
La joven de tan solo 28 años era estudiante de Biotecnología en la Universidad Estatal de Milán. Oriunda de la localidad de Torre del Greco, en la provincia italiana de Nápoles, se mudó con su familia a Inzago, Milán, desde su adolescencia.
Según los registros policiales no se puede conocer con exactitud la fecha en la que la joven proveniente de una familia católica, que siempre andaba sonriente, vestida de rosa y con el pelo suelto, decidió autoradicalizarse y vestir un burka gris para unirse a las filas terroristas.
En el 2008 se casó con un marroquí del que se separó al poco tiempo porque no era tan radical como ella deseaba. Cinco años después se volvió a casar, esta vez con un albanés que sí accedió a acompañarla a Siria para unirse a la yihad islámica, de acuerdo con el diario español El País.
Lo que más sorprende a la policía italiana es que Maria Giulia, quien decidió cambiar su nombre a Fátima, no haya sido captada por redes yihadistas, sino, que ella misma haya decidido buscar foros terroristas para unirse a las filas del Estado Islámico.
La periodista italiana, Marta Serafini, logró conversar con ella y plasmar la experiencia en un libro titulado "Maria Giulia, que se convierte en Fátima".
"El Estado Islámico es un estado perfecto, en el que se respetan los derechos humanos", fue lo que le contó Fátima a Serafini durante la entrevista vía Skype conseguida luego de varios meses en los que la joven se negó a declarar para los medios.
Serafini narra que Fátima cambió su decisión de no hablar con los medios luego que su familia fue detenida al norte de Italia cuando se disponía a viajar a Siria para también unirse al Estado Islámico.
Durante la conversación, que duró 12 minutos, Fátima preguntó por cómo estaba su familia y le aseguró a Serafini que el Estado Islámico era totalmente diferente a lo que los medios occidentales informan.
"El islam no esclaviza a las mujeres, sino que las honra", le dijo Fátima a la periodista. "En el Estado Islámico no hay injunsticia. Nosotros, cuando decapitamos a alguien, y digo nosotros porque yo también formo parte del Estado Islámico, ¿entendido?, cuando hacemos alguna acción de este tipo, la hacemos siguiendo la sharía", añadió.
Familia detenida
Fátima había convencido a su familia de unirse al Estado Islámico. En Siria, la joven acompañada de su esposo y la madre de él, esperaban a sus padres y su hermana. Sin embargo, los tres miembros de la familia fueron detenidos cerca de Milán el 30 de junio.
Luego de ser acusados por intentar unirse al terrorismo internacional y alterar el orden democrático con el agravante de un viaje con finalidades terroristas, los familiares de Fátima fueron interrogados.
Gracias a esta captura las autoridades italianas, dirigidas por el fiscal Maurizio Romanelli, han realizado la investigación más importante hasta el momento para conocer sobre las conexiones entre el Estado Islámico e Italia.
El equipo de Romanelli determinó por ejemplo que en estos viajes los que desean unirse solo debe llevar una maleta, deben viajar en grupos de tres personas como máximo y no pueden llevar dispositivos móviles, para evitar que sean localizados.
Maria Giulia o Fátima aún es buscada por las autoridades italianas y la justicia internacional, la joven es acusada de terrorismo. Además, se pudo conocer que al igual que ella otras 50 personas partieron de Italia para unirse al Estado Islámico, de ese grupo al menos dos son mujeres.
