"Me corresponde como servidor público reconocer que, ciertamente, el Indecopi pudo hacerlo mejor. No nos quedaremos en esta declaración, sino que asumiremos el reto y atacaremos directamente el problema". (Ilustración: Giovanni Tazza)
"Me corresponde como servidor público reconocer que, ciertamente, el Indecopi pudo hacerlo mejor. No nos quedaremos en esta declaración, sino que asumiremos el reto y atacaremos directamente el problema". (Ilustración: Giovanni Tazza)
Ivo Gagliuffi

En los últimos días, luego de que el caso del producto Pura Vida Nutrimax (de Gloria) estuviera en el pico de la atención pública, se ha vertido una serie de afirmaciones sobre el funcionamiento del Indecopi que reflejan desconocimiento sobre el rol que cumple esta institución. Como presidente del Consejo Directivo, me veo en la obligación de aclarar suposiciones, inexactitudes y errores para evitar que se confunda a la ciudadanía.

La primera de estas aseveraciones es que, si en Panamá no descubrían que Pura Vida no era leche, el Indecopi nunca se habría dado cuenta de ello. No es así. El envase del producto Pura Vida revisado en Panamá tenía una etiqueta que indicaba ser un “Alimento lácteo evaporado modificado”. En el Perú, en cambio, decía “Leche evaporada…”, denominación que coincidía con la autorizada por el registro sanitario otorgado por la Digesa. Lo que sucede, como explico líneas abajo, es que la Digesa recién ha reconocido que el etiquetado no correspondía a la naturaleza del producto.

Otra suposición que se ha ventilado es que los consumidores peruanos estarían desprotegidos porque el Indecopi no fiscalizaría el mercado nacional. No es cierto. El Indecopi cuenta con un plan de supervisión que se elabora a inicio de cada año y que contempla la fiscalización de varios sectores económicos para determinar y sancionar posibles conductas infractoras. Nuestro plan contempla la industria alimentaria y la fiscalización de rotulados. Para este año estaban previstas 331 acciones de supervisión. En los seis primeros meses del 2017, se han realizado más de 1.200 fiscalizaciones –casi cuatro veces la proyección– porque el Indecopi se concentró en proteger hasta el mes pasado a los ciudadanos afectados por El Niño costero, fiscalizando posibles infracciones en materia de precios, idoneidad de productos y servicios.

También se ha sostenido que el Indecopi ha actuado de manera política porque dictó una medida cautelar de inmovilización y retiro del producto como consecuencia de la presión ejercida por el Congreso. Tampoco es cierto. Cualquiera que vea la grabación de mi participación en la Comisión de Defensa del Consumidor y Producción podrá comprobar que defendí claramente la posición de que el presidente del Indecopi no puede tener ninguna injerencia en los casos que se ven en la entidad, puesto que este es un candado de nuestra Ley de Organización y Funciones.

En esa oportunidad fui enfático en defender nuestra labor técnica e institucional, porque considero que es la principal fortaleza, el principal activo del Indecopi. La Comisión de Protección al Consumidor 2 del Indecopi dictó la mencionada medida cautelar con absoluta autonomía. Esta se sustentó en las declaraciones de los encargados de la Digesa efectuadas en el Congreso, en las que reconocían que la denominación del producto no coincidía con su naturaleza (posteriormente la Digesa suspendió el registro sanitario).

Finalmente, quiero señalar que este caso me reafirma en la necesidad de continuar con la modernización y fortalecimiento del Indecopi. Una tarea que vengo desempeñando hace tan solo nueve meses, con todo el entusiasmo e ilusión de servir a mi país. Hemos avanzado en muchos aspectos. Somos más ágiles y transparentes, pero aún quedan muchos pendientes. Dirijo a un equipo humano muy comprometido con la ciudadanía.

Me corresponde como servidor público reconocer que, ciertamente, el Indecopi pudo hacerlo mejor. No nos quedaremos en esta declaración, sino que asumiremos el reto y atacaremos directamente el problema.

En menos de una semana hemos tomado una serie de acciones y elaborado un plan de trabajo: se ha activado la mesa técnica conjunta del Indecopi con la Digesa e Inacal para identificar preventivamente otros posibles casos similares de etiquetado; se está incrementando el número de fiscalizaciones del Plan de Supervisión 2017 para monitorear aun con más intensidad el mercado; lanzaremos una campaña educativa para que los consumidores cuenten con más herramientas para leer y entender mejor la información contenida en el etiquetado de los alimentos. Es decir: más información, más prevención, más fiscalización. Tengan la tranquilidad de que el Indecopi vela y velará por el bienestar de todos los consumidores de nuestro país.