Memoria del Holocausto, por Raphael Singer y Jörg Ranau
Memoria del Holocausto, por Raphael Singer y Jörg Ranau

Raphael Singer:

Una noche en Polonia durante la Segunda Guerra Mundial, una joven mujer judía llamada Sara escapó de la casa de un comandante nazi, en donde realizaba trabajos forzados como cocinera. Durante su fuga, Sara fue capturada por soldados alemanes, pero por su apariencia, que no correspondía al concepto que los nazis tenían de los judíos –tenía cabellos rubios y ojos azules–, fue liberada y consiguió llegar a Rusia. Allí trabajó en el campo de Siberia y conoció a su futuro esposo, Salomón, un judío polaco que, usando sus habilidades para esquiar, había logrado escapar.

Después de la guerra, la pareja tuvo una hija que luego se casó con el hijo de un judío de Checoslovaquia, que escapó unos meses antes del conflicto. Un tiempo después, la pareja se mudó a Israel, donde tuvieron varios hijos, entre ellos, uno que hoy es el embajador de Israel en el Perú.

En el 2005, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 27 de enero como el Día Internacional de Recordación de las Víctimas del Holocausto, porque aquel día, en 1945, el ejército ruso liberó el campo de concentración de Auschwitz, donde murieron más de un millón de judíos, gitanos y otros más. Anteriormente, en 1996, el Bundestag, el Congreso alemán, introdujo una hora solemne para conmemorar el Holocausto.

La memoria del Holocausto siempre vivirá en nuestras conciencias. La historia de muchos israelíes es muy parecida a la mía, pero este día no es para nosotros, sino para que el mundo recuerde lo que la violencia, el odio, la discriminación y el racismo pueden causar. 

Infelizmente, hoy podemos ver que el mundo aún no aprende la lección. Los ataques antisemitas han aumentado y se cometen ataques terroristas contra judíos en Israel y en el mundo. Mientras que el concepto de deslegitimación de Israel ha surgido como una nueva forma de antisemitismo. 

Para garantizar que los hechos del Holocausto no vuelvan a ocurrir, es necesario reflexionar sobre las lecciones que nos deja el pasado y educar a las generaciones presentes y futuras sobre la tolerancia y el respeto de los derechos humanos.  

“Es necesario reflexionar sobre las lecciones que nos deja el pasado y educar a las generaciones presentes y futuras”.

Jörg Ranau:

Auschwitz se convirtió en el epítome de la inhumanidad. La Shoá constituye un crimen de lesa humanidad como ningún otro: el asesinato de millones de judíos.

Esto debemos recordar hoy. Queremos mantener viva la memoria en nuestras sociedades para preparar a las siguientes generaciones. Por eso, enseñar la historia del Holocausto en las escuelas alemanas es una señal de esperanza.

En el centro de Berlín se construyó el Memorial del Holocausto. Hoy en día, existen en diversas ciudades museos judíos que muestran su vida en Alemania, su persecución y posterior asesinato. Algo más importante aun y casi un milagro: hay nuevamente vida y congregaciones de culto judías en Alemania. Quien hoy observa a su alrededor a los creativos en Berlín o los clubes de música en Tel Aviv podrá percibir lo conectados que están los jóvenes israelíes y alemanes.

Una notable iniciativa a futuro es la digitalización de los objetos del Patrimonio Cultural Judeo-Alemán, del Centro Moses Mendelssohn en Potsdam, donde son consignados para su preservación e investigación los objetos cotidianos que los inmigrantes tuvieron que dejar atrás cuando huyeron durante el período nazi. El sufrimiento de las víctimas de la Shoá deberá percibirse a través de cada pieza. Este proyecto se realizará también en América Latina, incluyendo al Perú. 

Asimismo, desde hace décadas, cientos de jóvenes voluntarios alemanes prestan servicio social en Israel, muchos en residencias de ancianos y en el cuidado de sobrevivientes del Holocausto. Así han percibido directamente, a través de las víctimas o de sus hijos, su historia. Ellos, tanto como nosotros, tenemos la responsabilidad de preservar este conocimiento y transmitirlo.

El sentido en todas estas iniciativas debe ser el llamar a la reflexión, pero sobre todo el de hacer sentir. Podemos convocar a la razón, pero sin el sentimiento, no llega a ser suficiente.

Los invito a formar parte de esta iniciativa. Siento que se lo debemos no solo a las víctimas, sino también a nuestros hijos y nietos.

Los embajadores de Alemania e Israel en el Perú, reunidos hoy, advierten: “Leolam lo od, nie wieder, nunca más”.