:quality(75)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/elcomercio/EQQV7Y2GXZHUDAYUPZEFWGHIAQ.jpg)
Desde hace unos años, cada vez que salen los resultados de la encuesta del Poder de “Semana Económica” se desata una encendida polémica en redes sociales. Hay críticas que no tienen sentido, como exigir que una encuesta dirigida a las élites sea representativa de la sociedad. De lo que se trata en ella, como muchas encuestas similares en el mundo, es consultar a actores empresariales, políticos, mediáticos y académicos sobre el poder, la influencia, en una sociedad. En teoría, tienen más y mejor información sobre el tema.
Pero dado que ese es el objetivo, sí hay críticas relevantes, entre ellas las que piden brindar más información sobre la composición de la muestra o el número de personas que responde en cada categoría. Me concentro en la primera crítica y toco de pasada la otra.
La encuesta nos da indicios de que la muestra seleccionada es ciega ante una parte del poder. Y no me refiero a la dificultad inherente a conocer el poder “real” en una sociedad. Me refiero a que la composición de la muestra resaltaría más ciertos poderosos que otros.
Usemos la propia encuesta para presentar este punto. La muestra, creo, estaría incluyendo en mayor medida al sector empresarial que a otros sectores, como académicos y periodistas. Un indicio de ello es la pregunta sobre quién desearía que fuera presidente el 2021, que permite brindar una respuesta. Entre los seis reportados el favorito es Salvador Del Solar, quien queda primero con (31%). Luego vienen Hernando de Soto (16%), Fernando Cillóniz (14%), Roque Benavides (5%), Jorge Nieto (4%) y Raúl Diez Canseco (3%). Cuatro candidatos muy parecidos a la derecha, dos más centristas como Del Solar y Nieto.
Llama la atención que no haya casi nadie entre los encuestados que optaría por candidatos que estén más a la izquierda. Y eso es problemático pues una serie de académicos y periodistas que están en ese lado de preferencias políticas tendrían mucho que aportar al discutir el poder. Ellos leen otros diarios que los que parecen privilegiar los de la muestra, frecuentan otros ambientes y conocen otras dinámicas de poder. También tendrán sus propios sesgos, por lo que hay que ponderar su peso. Pero su número actual parecería pequeño.
Me falta información para saber si es que esas personas reciben la encuesta y no la contestan, o simplemente no la reciben. Y habría que explorar si hay otros sesgos, como contar con pocos actores regionales. Recordemos que según lo que dice la propia encuesta, la élite que se busca encuestar es más amplia que la élite económica.
Por ese sesgo probablemente haya poderes invisibles. No veremos, o veremos menos, el peso de actores de izquierda o regionales. Si bien también solo se puede dar una respuesta, sorprende que entre los seis candidatos reportados que se cree pueden llegar a ser presidente no haya casi nadie de izquierda (no llegaría ni al 3% del último reportado). No se considera la relevancia de algunos actores vinculados a las profesiones o ciencias sociales. Exageremos la posición de periodistas o comentaristas que pertenecen a ciertos medios, sin mirar a otros.
También es importante señalar cuántos contestan cada categoría. La encuesta permite no contestar preguntas, no se tienen que llenar todos los casilleros. Los primeros lugares parecen bastante claros en la mayoría de categorías. Pero, ¿con cuántos votos uno queda tercero o cuarto en las distintas categorías? ¿Muy pocos como para ser realmente “influyente”, más si los que contestan pueden votar por ellos mismos? Esta información ayudaría a ponerle cierto “peso” a los poderosos.
Creo que vale la pena evaluar la muestra y como se presentan los resultados. Es probable que con el cambio una serie de categorías sigan igual o incluso sean mejores para los que aparecen. Pero seguramente otras categorías incluirán en la foto a actores hoy ausentes. Vale la pena mejorar una encuesta que nos acompaña cuatro décadas, toda una institución en el Perú.
Disclaimer: recibo y contesto la encuesta.