Lecciones de Alan García para PPK, por Alfredo Torres
Lecciones de Alan García para PPK, por Alfredo Torres
Alfredo Torres

La salida de un gobernante anodino invita a comparar las oportunidades y riesgos que enfrentará el nuevo presidente, Pedro Pablo Kuczynski (PPK), con los que tocaron en su momento al predecesor de Ollanta Humala, Alan García. Como se recordará, el 2006 concluyó el gobierno de Alejandro Toledo, con PPK de primer ministro y Fernando Zavala como ministro de Economía y Finanzas, así que es muy probable que el presidente electo y su primer ministro designado tengan en estos días recuerdos de aquel entonces. También la vicepresidenta Mercedes Aráoz debe tener remembranzas, ya que ese año debutó como ministra de Comercio Exterior y Turismo de García. 

Las primeras similitudes entre García y PPK se encuentran en su orientación política. Ambos se ubican en lo que comúnmente se conoce como centroderecha, es decir, creen en la democracia liberal y en la necesidad de promover el crecimiento económico en base a la inversión privada y la integración económica del Perú con el mundo. No deja de ser simbólico que el primer viaje al exterior de PPK como presidente electo fuese a la reunión de la Alianza del Pacífico, una asociación de países creada por iniciativa de Alan García en el 2011.

También comparten García y PPK una base social similar. Las encuestas muestran que PPK cuenta ahora –como García entonces– con más respaldo en Lima que en el interior y en las clases medias que en los sectores populares. También logró desarrollar García entonces, como PPK ahora, una actitud favorable de la mayoría de los empresarios y de un sector de la prensa. 

Otra coincidencia es que ambos alcanzaron la presidencia ajustadamente luego de quedar en la primera vuelta en un distante segundo lugar. Como consecuencia, ambos llegaron al gobierno con una posición minoritaria en el Parlamento. Sin embargo, hay diferencias: el Apra tenía 36 de 120 congresistas mientras que ahora PPK cuenta con 18 de 130. En el 2006 ningún partido tenía mayoría, hoy la tiene Fuerza Popular. Por lo tanto, el Apra podía construir alianzas con diversas fuerzas para controlar el Congreso, hoy PPK está en minoría absoluta.

Una discrepancia importante entre ambos es la valoración de la tecnocracia. Si bien García contaba en su primer Gabinete con destacados profesionales como José Antonio García Belaunde, Luis Carranza y la propia Aráoz, cometió el grave error de reducir significativamente los sueldos a los altos funcionarios públicos, con lo cual redujo la capacidad del Estado para atraer profesionales calificados.  En cambio, es evidente que PPK privilegia la trayectoria profesional para seleccionar a sus colaboradores y que está convocando técnicos de alto nivel para todo el sector público. El riesgo es que PPK se vaya al otro extremo y subestime la importancia de la política. No estaría de más que Zavala le pida algunos tips al actual congresista Jorge del Castillo de cuando fue primer ministro de García: duró 26 meses, que no es poca cosa en el Perú.

Sin embargo, a pesar de su reconocida habilidad política, García cometió varios errores. Entre ellos, menospreciar el avance de la inseguridad y la corrupción y distanciarse del interior del país. “No tengo vocación de comisario”, dijo alguna vez y cambió seis veces de ministro del Interior. “Confío en la gente de mi partido”, sostuvo y aparecieron los ‘petroaudios’ y los ‘narcoindultos’. “No seamos el perro del hortelano”, demandó en otra ocasión y estalló el ‘baguazo’, alentado por políticos oportunistas y radicales.

PPK podría incurrir en errores similares a los de García. Por desviación profesional corre el riesgo de privilegiar la agenda económica sobre la de seguridad y de subestimar el riesgo de la corrupción. No debe olvidar que las prioridades de la ciudadanía están precisamente en la lucha contra la delincuencia, el narcotráfico y la corrupción. A su vez, si quiere lograr algunas reformas importantes, es indispensable que trabaje con profesionalismo la estrategia de comunicación de cada una de esas iniciativas. Si no lo hace, será saboteado por un Congreso opositor y el activismo extremista. 

PPK aún no empieza su gobierno, así que todavía no ha tenido ocasión de cometer errores importantes. Un exceso de reuniones con el impopular Humala y algunas declaraciones desafortunadas sugieren que su debilidad estará por el lado de la impericia política. Está a tiempo de corregirse. El jefe de Estado no debe incurrir en deslices conflictivos. Ahora que ya formó el Gabinete, integrar un equipo político de alto nivel, que incluya a su primer ministro, los líderes de su bancada y asesores con buenas relaciones con la prensa y llegada a la oposición, debería ser la siguiente tarea.