No creo en las disculpas del cómico Steve Harvey, minutos después de convertir a la colombiana Ariadna Gutiérrez en una reina breve por casi dos minutos. Mucho menos en ese repentino desliz al leer las tarjetas del jurado. Tampoco le creo al jurado. No me trago esa cara de sorpresa-sorpresa de la misma Gutiérrez cuando le quitaron la corona de Miss Universo, ni el puchero culpable de la filipina Pía Alonzo. Esta incómoda situación, diría cualquier aprendiz de inspector Ardilla, tiene todos los ingredientes de un escándalo marca ‘armani’. Y léase ‘armani’ no en lógica referencia al afamado diseñador italiano sino a ese fino arte de construir ficción frente a cámaras, en vivo y en directo.
Dícese que los orígenes de la terminología ‘armani’ se remontan a una denuncia pública del casi siempre desempleado Andy V contra Florcita Polo, hija de Susy Díaz. “Ese desmayo fue ‘armani’”, dijo V en clara alusión a que la heredera de la ex vedette y congresista había fingido esa descompensación al salir de un set de televisión. Dos años después, Polo Díaz reconoció que ese devastador ‘surmenage’ fue armado. Todo es ‘armani’: caídas libres, peleas de pareja, desplantes en entrevistas y hasta un salto de hombre bala (especialistas en física verificarían pronto la capacidad de ‘Zumba’ para retar al viento y alcanzar a Carlos Cacho casi sin tomar impulso).
Armar escándalos para llamar la atención no es ‘made in Perú’ ni mucho menos un recurso de reciente uso. En la película musical “Chicago” (2002) vemos cómo el personaje de Roxie Hart (Renée Zellweger) busca superar la capacidad de Velma Kelly (Catherine Zeta-Jones) para meterse en líos y así convertirse en una celebridad. No es novedad que en un desgastado certamen de belleza se haya fingido la equivocación de Harvey, quien renovó contrato como presentador por tres años como premio por su “imperdonable desacierto”.
Que no sorprenda ver más escándalos ‘armani’ no solo en la farándula sino en la misma política. Ya los candidatos presidenciales están avisados. No se sorprenda, lector, si vemos un desmayo de Susana Villarán, una caída del estrado de PPK, un olvido de discurso de Acuña o hasta una pelea casi marital entre Alan y Lourdes. Ya si Julio Guzmán salta como ‘Zumba’, capaz sube al 5%. Pero no crea, todo es y será ‘armani’. Es la fórmula ganadora. Miss Universo fue trending topic mundial en Twitter por dos días consecutivos. Seis años después de esa inverosímil respuesta de Miss Panamá en la prueba de conocimientos recuperó la audiencia perdida. Tenían que hacerlo de nuevo por el ráting: los organizadores de Miss Universo no pudieron revivir a Confucio, pero al menos reinventaron la confusión.