En diversos países enfrentados en la guerra europea y en Estados Unidos hay paros obreros en contra de la contienda. No será fácil la realización de un paro general del pueblo obrero para desarmar a los empresarios de la gran guerra. El Gobierno Inglés obligará a los trabajadores del carbón a que sigan en las minas; el alemán sostendrá con sus ametralladoras la producción en la fábrica Krupp; el francés no dejará que se quemen más millones de sacos vacíos y el de los Estados Unidos pondrá orden en sus fábricas de cartuchos y bombas. Se avista una borrasca social que azota la tierra y revuelve los mares. Solo navegantes experimentados la percibirán a tiempo.