Informan desde Nueva York que Alemania ha enviado algunos zeppelines a la costa del Adriático, para remontar los Apeninos y llegar a Roma. El Gobierno Italiano ha notificado este hecho al Vaticano y el Papa ha ordenado encender el mínimo de luces. Igualmente se guardarán las obras de arte vaticanas en lugar seguro. Las autoridades italianas toman toda clase de precauciones para repeler el ataque de los zeppelines. En las cumbres de las siete colinas que rodean Roma se han colocado grandes reflectores eléctricos. Piezas de artillería están alertas para derribar a los zeppelines apenas aparezcan impidiéndoles que puedan descargar sus bombas sobre la Ciudad Eterna. El apagón nocturno es cada vez mayor.