Los alemanes, en el frente occidental, han comenzado una retirada gradual pero ine-quívoca. Cuando Napoleón volvió las espaldas a Moscú, su estrella comenzó a declinar y después sufriría desastres peores. Guillermo II ha encontrado su Moscú en el Somme. Aunque todavía tiene a millones de soldados y al mariscal Hindenburg. Los aliados saben que les espera un esfuerzo colosal, pero están resueltos a obtener la victoria aunque tengan que sacrificar muchísimas vidas. Mayores sufrimientos vendrán con el invierno y la desesperanza de una paz todavía ardua y muy lejana.
H.L.M.