(Ilustración: Giovanni Tazza)
(Ilustración: Giovanni Tazza)
Hace 100 años

Todo el mundo sabía en París, y en muchos lugares más, que el político galo José María Caillaux era traidor a su país y derrotista inmoral que solo pensaba en acrecentar su turbia fortuna. Este individuo actuaba impunemente hasta que asumió la presidencia del Gabinete Ministerial Georges Clemenceau. Al célebre ‘Tigre’ no le tembló la mano y tuvo el valor moral de acusar al funesto personaje, de enjuiciarlo posteriormente y de encarcelarlo ayer. Con Caillaux desaparece el jefe de una banda perversa que desde París le hacía el juego a Alemania.

H.L.M.