Este sustantivo femenino viene del latín tardío campāna, de Campania, nombre de una región italiana donde se usó por primera vez este instrumento. En el castellano coloquial del Perú y la Argentina campana tiene el sentido particular de “ladrón que permanece fuera del lugar del robo para alertar a sus cómplices” (DRAE 2014). Pero entre nosotros se documenta, además, campana desde hace algún tiempo con el sentido de “aparato colocado sobre el fogón para extraer el humo y el vapor de la cocina” (Diccionario de peruanismos, APL, 2016).