Este obvio derivado de vela (de embarcación) designa a una “persona inconstante y mudable” (DRAE 2014). En nuestra lengua familiar está cayendo en desuso, pero durante el siglo pasado fue una voz muy usada. Prueba fehaciente de la supervivencia de este término lo encontramos en La tía Julia y el escribidor, controvertida novela de nuestro nobel Mario Vargas Llosa: “Le dije que la tía Julia no era una veleta frívola como ella...” (Barcelona 1996, p. 205).
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Martha Hildebrandt: el significado de "Veleta"