El presidente Pedro Castillo ha retomado la locuacidad. Lo ha hecho desde Huancavelica, donde el pasado martes 23 se refirió al Parlamento.
“Desde acá debo decir que es el momento de que el Congreso le rinda cuentas al país de estos más de 100 días de gestión, [que digan] qué cosas están haciendo por el Perú e informen cuántas leyes han hecho en favor del país”, sostuvo el mandatario.
Pero no son problemas precisamente de aprobación de leyes los que enfrenta su Gobierno. Los últimos días han estado marcados por las declaraciones que su presidenta del Consejo de Ministros, Mirtha Vásquez, tuvo el pasado viernes en Ayacucho en torno de la actividad minera en dicha región y los conflictos que enfrenta. Sobre ello, el presidente parece querer guardar prudente distancia.
Quizás prefiera seguir la línea del ministro de Energía y Minas, Eduardo González, quien a su ingreso a la PCM el lunes 22, dijo que declararía a su salida, dependiendo del medio y prefiriendo a aquellos “que no me hagan problemas”. De hecho, la vocería principal sobre el tema, a nivel sectorial, la ha tenido el viceministro Jorge Chávez Cresta, para quien las empresas mineras “en cualquier momento pueden solicitar su ampliación a las entidades competentes” (Punto Final, 21/11/2021).
En tanto, el Ejecutivo enfrenta dos desafíos en el Parlamento bajo la batuta del MEF. Esta semana debe concluir la aprobación del presupuesto para el año 2022, que ha sufrido 40 modificaciones, 31 de ellas a pedido de los congresistas (“Gestión”, 24/11/2021). Además, está pendiente el desenlace del pedido de facultades legislativas presentado a finales del mes pasado. Por ahora, la solicitud parece tener un futuro más comprometido, si sirven de guía la desconfianza instalada en torno de la promoción de la inversión y la reacción que han suscitado los últimos pasos del Ejecutivo.
En medio de ello, no debe pasarse por agua tibia el hallazgo de la fiscalía en su última incursión a Palacio de Gobierno. Como se sabe, el hoy exsecretario general de la Presidencia, Bruno Pacheco –un docente hasta que recibió el sensible encargo en Palacio–, guardaba US$20.000 en el baño de su oficina; llamativo monto y circunstancia por donde se lo mire.
Previo a esta recatafila de pasos y traspiés, la congresista Patricia Chirinos se apresuró, el jueves 18, a anunciar la presentación de un pedido de vacancia contra Castillo sin siquiera haber iniciado el trámite. La atolondrada acción de Chirinos ha generado diversas reacciones y ha vuelto a polarizar el debate político. Castillo ha pedido que los congresistas “pidan la vacancia ante el pueblo y no dentro de cuatro paredes”, un recurso que parece reeditar el reiterado desafío de Martín Vizcarra al Parlamento, aunque sin contar con su popularidad.
Próximo a cumplir cuatro meses en el cargo, el presidente Castillo tiene varios frentes que atender. Él, sin embargo, prefiere referirse a los medios de comunicación. En su periplo a Huancavelica, dijo: “Mi reconocimiento y gratitud a los medios de comunicación local y regional, a nivel nacional. Los invoco y los convoco a nivel nacional porque ellos conocen la realidad […] saben dónde están los grandes problemas del país. Pero no me voy a permitir a darle ni un centavo a aquellos que tergiversan la realidad, a aquellos que no quieren ver al pueblo”.
Como si –parafraseando al bolero de Julio Jaramillo– el mandatario se preciara de los cinco centavitos de felicidad que le brinda el manejo de la publicidad estatal. El tan mentado pueblo, en tanto, no percibe mejoras en la situación económica, si se compara la actual situación con el mismo mes del catastrófico 2020 (IEP octubre 2021: 55%, peor; 34%, igual).
Contenido sugerido
Contenido GEC