Pura Vida
Pura Vida
Federico Salazar

Hay que cerrar la puerta de algunas instituciones del Estado. No sirven y no las utilizamos. El caso lo demuestra.

El Grupo Gloria quería entrar al mercado panameño con sus latas. Las regulaciones de etiquetado de Panamá son distintas. No aceptaron su ingreso y le dieron dos meses para cambiar la etiqueta.

Inmediatamente se alzaron voces de protesta en el Perú. ¡Cómo nos vendían aquí lo que no vendían en Panamá!

Indecopi y Digesa no salieron a defender sus criterios de etiquetado o registro frente a los criterios panameños. Salieron a decir que el Grupo Gloria había cometido fraude.

Pura Vida Nutrimax se vendía como “leche evaporada parcialmente”. La etiqueta había sido aprobada. Digesa había admitido el producto en el Registro Sanitario.

El Congreso de la República convocó al presidente del Indecopi. Este explicó que el tema correspondía a Digesa. Los congresistas no quisieron quedar como desubicados. Pidieron mano dura y exigieron su renuncia.

Indecopi, en vez de insistir en su posición, la cambió. De pronto, había que hacer algo. Decretó la inmovilización de los lotes del producto y el cese de su comercialización.

Esto era ¡protección al consumidor! Impedirle al público comprar un producto sobre el que no se había cometido irregularidad.

Nadie ha logrado determinar que el producto haga daño. La discusión es sobre el uso del término “leche” en la etiqueta. ¿Puede decir “leche evaporada parcialmente” o no?

Cuando el Grupo Gloria registró el producto no hubo objeciones que prevalecieran. Hoy los funcionarios tienen dudas.

Indecopi actuó por temor al Congreso.

La medida del Indecopi (Resolución 902-2017/CC2) se dispuso hasta que se pronunciara Digesa, encargada del Registro Sanitario.

Digesa se sumó al miedo y, por tanto, al cargamontón. Resolvió suspender el registro que otorgó (comunicado del 9.6.17).

Según Digesa, los componentes del producto difieren de la información presentada para obtener el Registro Sanitario. ¿Grupo Gloria introdujo elementos distintos al producto? ¿Quitó el 60% de la leche evaporada para darnos, después del 2014, agua con colorante blanco?

No pasó eso. El cambio se hizo con anuencia de Digesa (el Informe 005376-2014 DHAZ/DIGESA). En todo caso, hay un cambio terminológico, no de las características químicas de los componentes.

Digesa, sin embargo, ha dispuesto la suspensión del Registro Sanitario y el retiro del producto en el mercado. Lo ha hecho “como medida de seguridad, en tanto dure el procedimiento administrativo sancionador”.

¿Medida de seguridad alimentaria por un tema de denominaciones que ellos mismos aprobaron? Digesa no ha actuado técnicamente. Ha actuado políticamente, como Indecopi.

Digesa fiscaliza en materia de inocuidad alimentaria, “conforme la normatividad vigente”. ¿Nos dice, entonces que el producto Pura Vida no es inocuo, que es malo para la salud, que es tóxico?

Digesa no tiene cómo sostener eso. Actúa y dispone sin sustento. Pretende hacernos creer que un tema de denominaciones es de cualidades orgánicas del producto.

La confusión de Digesa se muestra en su comunicado. Al final dice que renueva su compromiso “con el fin de salvaguardar la salud pública” y “para garantizar los derechos de los consumidores”.

No hay ningún problema de salud pública. Por otro lado, a Digesa no le corresponde “garantizar los derechos de los consumidores”. Ignora de manera flagrante su jurisdicción.

Esta es una estafa de las entidades fiscalizadoras. Es irresponsable. Hace creer a la gente que su salud estuvo en riesgo. Hace creer a la gente que no puede estar segura en relación con los productos que consume de las empresas formales.

Instituciones como Indecopi y Digesa atentan contra la seguridad jurídica. Alarman innecesariamente a la población. Se orientan por presiones partidarias más que por criterios técnicos.

Los problemas ya no se discuten en función de normas y reglamentos, informes técnicos o procedimientos formales. La solución está en el foro político y en la turba mediática.

Entreguemos de una vez las llaves de estas instituciones a los agitadores. Dejémosles a ellos, de una vez, el país entero.