Rosmery  Matysek

El Callao ha vibrado y ha sido testigo de un evento que marcó un hito en mi vida: el . Como estudiante de la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL), tuve el privilegio de participar en este encuentro de jóvenes líderes, donde se fortalecieron mis valores democráticos y mi compromiso por nuestro país y la .

El CADE Universitario, en su vigésima octava edición por IPAE, se llevó a cabo en la prestigiosa Escuela Naval del . Durante dos días y medio, más de 400 estudiantes provenientes de diferentes instituciones educativas del país nos reunimos con un objetivo común: ser los futuros ciudadanos responsables de la construcción de un mejor Perú.

Uno de los mayores aprendizajes que me llevé de esta experiencia fue el poder de la educación como herramienta de cambio y transformación. Siempre he considerado que la educación es una semilla que podemos sembrar para cosechar un futuro próspero, pero durante el CADE Universitario, esa idea se empoderó y fortaleció aún más en mí. Tuve la oportunidad de escuchar a destacados expertos en diferentes áreas, como Cecilia Bákula, Carlos Parodi, Jorge Yamamoto, Mariela Noles Cotito, Carolina Palacios, Boris Gamarra, entre otros, quienes compartieron su visión y experiencia sobre la importancia de la educación en el desarrollo de nuestra sociedad.

El amor por nuestro país y la carga de energía positiva que se respiraba en cada momento del evento fueron contagiosos. Conocer a jóvenes líderes provenientes de diversas regiones del Perú, todos con una pasión arrolladora por hacer una diferencia, fue inspirador. Intercambiamos ideas, debatimos sobre los desafíos que enfrenta nuestro país y generamos propuestas para contribuir a su crecimiento y desarrollo mediante el desafío CADE de Mibanco.

Mi compromiso en tomar acciones para promover la mejora de nuestro sistema educativo y garantizar que todos los niños y jóvenes tengan acceso a una educación de calidad se ha incrementado en mí de manera exponencial. Creo firmemente que cada uno de nosotros, como ciudadanos responsables, tiene el poder de generar un cambio significativo, y esa convicción se ha fortalecido en mi corazón.

Además de los valiosos aprendizajes, el CADE Universitario también me brindó una red de contactos sólida y duradera. Conocí a líderes de distintas generaciones, expertos en diversas disciplinas, y establecí conexiones que estoy seguro perdurarán en el tiempo. La posibilidad de colaborar con jóvenes talentosos y comprometidos de todo el país es emocionante y me llena de esperanza.

Finalmente, mi participación en el CADE Universitario 2023 ha sido una experiencia transformadora. Mi compromiso por la educación se ha intensificado y mi energía para generar un cambio positivo se ha renovado. Estoy decidida a ejercer mi ciudadanía activa y contribuir al fortalecimiento de la democracia en nuestro país.

Sigamos siendo jóvenes líderes que actúan y marcan la diferencia. Juntos, construiremos un Perú mejor, donde la educación sea la llave que abra las puertas del progreso, con igualdad y equidad para todos.

*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Rosmery Matysek es estudiante de Psicología en la Universidad San Ignacio de Loyola