Viviana Rivas Plata, una hermosa tía conservadora
Viviana Rivas Plata, una hermosa tía conservadora
Redacción EC

FERNANDO VIVAS ()

Recelé del encuentro  entre Gisela Viviana Rivas Plata desde que se anunció. Me fastidió que Gisela, en lugar de promover  el divertido Mi Hombre Puede, que es parte de su programa, embarcara a América en  la  tonta idea de convertir en noticia de hoy una historia anacrónica. Su matrimonio con Roberto y la transición de este hacia Viviana ya fueron, hay mil cosas de actualidad más interesantes para que todos los públicos hablen y reboten. Que si hubo un ‘overlapping’ o un ‘fade out fade in’ (o sea, si una se montó sobre el matrimonio que estaba por acabar o si este ya había acabado) es un asunto técnico que me tiene sin cuidado.

Pues no me equivoqué. Aunque no perdí la esperanza de que Viviana  viese las cosas con desparpajo y no con mal disimulado despecho de mujer engañada, bah, resultó una de esas conservadoras que afirman que sus ‘affaires’ empiezan porque el hombre las conquista con viejas artes románticas y terminan porque les ponen cuernos. ¿Y el sexo, la armonía o incompatibilidad de caracteres, los múltiples afectos y desafectos, los sueños y planes en común, las vocaciones y carreras que se cruzan? ¡Eso y no la mera fidelidad es lo que debiera acabar matando o prolongando una relación!

Tanto Viviana como Gisela dijeron que acabaron con porque les fue infiel. Caray, quiero pensar mejor de ellas y creer que acabaron porque eran mucho lote para un futbolista que disimulaba su decadencia con floro y mujeres de impacto. Antes de cerrar este comentario, acabo de ver a Gisela con Milagros Leiva. Ahí si hubo temas de actualidad y Gisela cantinfleó al responder.  Con razón, en su debut, se refugió en el pasado.

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