Laura Urbina

En Áncash, los damnificados del fenómeno El Niño costero de la provincia de Huarmey acatan un paro de 48 horas para exigir al Gobierno que incremente el presupuesto para las obras de reconstrucción y ejecute el encauzamiento y enrocado del río que se desbordó en marzo pasado.

En el primer día de la protesta, los manifestantes quemaron llantas y arrojaron piedras a la carretera Panamericana Norte. Mientras que los efectivos policiales lanzaron bombas lacrimógenas para evitar el bloqueo de la vía nacional y detuvieron a dos menores de 16, 17 años y un joven de 21 años que estaban en la revuelta. La madre del adolescente de 16 años denunció que su hijo fue maltratado por los agentes del orden.

La población pide que la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios brinde más presupuesto para la descolmatación, limpieza, enrocado y encauzamiento del río Huarmey.

Ellos también solicitan la aprobación de la declaratoria de emergencia de la provincia y que se le considere como la sede de la reconstrucción en la región, por ser la localidad más dañada en la región por las lluvias y huaicos.

El dirigente del Sindicato de Construcción Civil de Huarmey, Luis Olaza, promotor de la protesta, ha pedido que se tomen en cuenta a los damnificados como mano de obra desocupada en los próximos proyectos de construcción, y se cree una veeduría ciudadana para fiscalizar los trabajos.

En estos momentos, la policía ha logrado despejar la vía en ambos sentidos y los vehículos que estaban varados por casi media hora continúan con su recorrido.

En tanto, la representante de la Defensoría del Pueblo, Rina Rodríguez llegó a Huarmey para escuchar las demandas de la población y actuar como mediadora en este conflicto.

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